11/12/2024 - 19:00 - Librería Proteo

Presentación de Contra el silencio, de Alberto Gómez, libro autobiográfico sobre el duelo tras el suicidio. Charla entre el autor, el psicofarmacólogo José Carlos Bouso y Héctor Márquez.

11/12/2024 - 19:00 - Librería Proteo - Pta. de Buenaventura, 3 - Málaga
Entrada libre hasta completar el aforo.

Alberto Gómez, periodista y escritor jerezano de 46 años, tenía 18 cuando se suicidó su hermano mayor. Su ídolo, su referente. El dolor, la culpa, el estupor, la rabia lo estuvieron carcomiendo durante 20 años, en un país donde no se hablaba del tema en medios de comunicación. Hasta que en 2020 contactó con DSAS, la Asociación de Supervivientes Después del Suicidio de Barcelona. Allí escuchó historias como la suya, empezó a curar heridas y decidió invertir su pasión por la escritura en un libro donde puso voz a su historia y a las de otras diez familias que le compartieron las suyas: Contra el silencio. En España ya se ha decidido no ocultar informativamente esta terrible lacra social. Y, por primera vez, el año pasado descendió el número de suicidios significativamente, un 6,5% para un total de 3.952 víctimas, y dejando de ser la primera causa de mortalidad juvenil. Hasta este mes de agosto la línea 024 de atención a suicidas había recibido 306.614 llamadas. En El Tercer Piso de Librería Proteo queremos estar al cabo de temas importantes y significativos. Así recibimos este próximo miércoles 11 de diciembre, a las 19 horas, a Alberto Gómez para presentar Contra el silencio, un directo, mesurado y sobrecogedor testimonio que busca no sólo explicar el fenómeno sino ofrecer consuelo a las víctimas silenciosas que cargan con el duelo. Será una conversación entre el autor, el psicólogo clínico y doctor en farmacología, José Carlos Bouso, y el director de El Tercer Piso Héctor Márquez. Dentro del ciclo Volver a las librerías patrocinado por Fundación Unicaja. Entrada libre.

Contra el silencio: Un viaje por las etapas del duelo después del suicidio

Mientras editaba su primer libro de cuentos, Alberto Gómez acudía mensualmente a un grupo de duelo por suicidio. Y es que, en 1997, a sus 19 años Alberto, el pequeño de cuatro hermanos, perdió a su hermano mayor. Después de años refugiándose en el silencio, dio el paso de acercarse a una entidad que organiza grupos de duelo, encuentros de personas que tienen en común la misma pérdida. Alberto fue escribiendo tras cada reunión… y, después de un tiempo consolidando su proceso de duelo, decidió escribir Contra el silencio, un compendio de todas las experiencias, sentimientos y pesares que había sentido desde aquel lejano día en el que se quedó sin el que había sido su ídolo y compañero de habitación. El libro incluye también otras diez historias de compañeros de la Asociación DSAS, Asociación de Supervivientes Después del Suicidio de Barcelona. Ha visto la luz de la mano de Libros.com y, a raíz de su publicación, muchas personas que Alberto no conocía compartieron con él sus historias, bañadas también en sentimientos como el estigma, la culpa, la mentira, el enfado y, sobre todo, un silencio ensordecedor.

Aimar Bretos entrevista a Alberto Gómez.

DEMASIADOS AÑOS

Si acabas de empezar este libro es porque siempre me ha encantado escribir. Desde muy pequeño ya me salían de manera natural líneas y líneas que describían lo que sentía, cómo disfrutaba o cómo sufría; lo que vivía por fuera y por dentro de mi piel casi siempre morena. Por eso no me extraña que, a las pocas horas de la muerte de mi hermano, de noche y sin poder dormir, comenzase a escribir las páginas que jamás hubiera imaginado que escribiría. Ahora las releo y siento un enorme escalofrío y quizás una cierta distancia. Sí, sigo siendo el mismo, la mayoría de las aristas de mi personalidad no han cambiado. Pero hay cosas que ya no son como entonces.

Ya no siento lo mismo hacia mi hermano. No, no he dejado de quererle; de echarle de menos. He dejado de odiarle. Por eso, hoy abundan la complicidad, la empatía, la admiración, cuando hasta ahora todo lo que salía de mi corazón me llevaba a un triste agujero de pena, rabia e incomprensión. Me alegra haber escrito aquella noche. Me gusta conservar aquello que escribí. Y me alegra, aún más, que las reuniones de los grupos de duelo me hayan llevado también a sentarme delante de una hoja en blanco para describir qué siento ahora, tantos años después. Para contar, para contarte, por qué llora alguien, por dentro, sin que le vean, después de perder a alguien para siempre. Sin que pudieras haberlo evitado. Sin que logres entenderlo del todo. Sin que puedas pasar página fácilmente.

Y sin que deje de doler.

Esta historia tiene dos fechas que explican buena parte de todo lo que he escrito en estas páginas. El 1 de enero de 1972 nació mi hermano, Eduardo. Fue…, es el mayor de nosotros cuatro, de mis dos hermanas y de quien firma este libro. Llegó a ser guardia real y, durante muchos años, fue ese hermano que dormía en la cama de al lado. Compartimos habitación, armario, paredes para colgar pósteres —aunque yo sufriera un reparto poco equitativo— y muchos ratos de deberes, risas leyendo cómics de Mortadelo y Filemón o broncas de José María García en el transistor que sonaba cada noche.

Era un hermano al que idolatraba por el carisma que poseía; por cómo se hacía con todos los chavales de una clase o un campamento; por cómo era capaz de caminar por la orilla de una playa con una camisa blanca impoluta con las mangas largas perfectamente arremangadas, por esa misma orilla que piso cada verano… y desde la que, siempre, en algún momento, miro al mar… como para agradecerle lo bien que lo pasamos… y preguntarle cómo le van las cosas… Era un hermano que hizo que se me erizase la piel en muchas ocasiones. Y con el que también me enfadé, claro. Cómo no te vas a enfadar con alguien al que admiras.

El 5 de noviembre de 2020 tuve mi primer encuentro con la gente de DSAS (Después del Suicidio. Asociación de Supervivientes). Llegué varios minutos antes de mi cita; yo, que llego tarde a casi todo. Rebosaba nervios, dudas, miedos. Pero toda esa angustia desapareció en cuanto escuché que la persona que tenía enfrente, Ll., también había perdido a un ser querido por suicidio. Todas sus palabras me sonaron. Porque delataban las mismas lágrimas y el mismo estigma, pero también un camino y un esfuerzo. Por recordarlos. Pero recordarlos con una mochila cargada de sonrisas y no con toneladas de tabú. Yo había decidido esperar veintitrés años hasta ese día. Pero lo importante fue que, después de ese primer encuentro, ese primer intercambio de palabras tan sinceras y tan dolorosas, vinieron muchos más. Sin saberlo, aquel noviembre ganaba la primera de muchas batallas contra el silencio.

1972. 2020. Y tantas cosas de por medio. Imposibles de olvidar. Como aquel 31 de marzo de 1997. Aquel maldito día. Aquel día que nunca debió existir. Aquel día que lo cambió todo.

(Alberto Gómez. Contra el silencio)

Entrevista en Canal Sur

LA MINISTRA DE SANIDAD MÓNICA GARCÍA PROPONE UN ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR PARA REDUCIR EL SUICIDIO

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha participado este lunes en el acto en el que se han dado a conocer los puntos principales del futuro Plan de Acción para la Prevención del Suicidio junto a la comisionada de Salud Mental, Belén González, y el secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo, donde ha recordado que “la mejor prevención del suicidio se consigue garantizando vidas que merezcan la pena ser vividas y con perspectivas de futuro esperanzadoras” y que el suicidio es un problema multicausal y multifactorial, “que requiere un abordaje multidisciplinar”.

Con motivo del Día Mundial por la Prevención del Suicidio, que se celebra este martes, la ministra ha enfatizado que es una prioridad del Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Sanidad mejorar la accesibilidad de nuestro sistema sanitario y garantizar que los recursos lleguen a tiempo, así como ofrecer a los profesionales de la salud el apoyo y las herramientas necesarias para que puedan brindar una atención adecuada y atender los determinantes sociales de la salud mental.

Para ello, tal y como se ha abordado en la rueda de prensa, es imprescindible contar con la colaboración y la coordinación de todas las instituciones, sectores implicados y distintos ámbitos de competencia.

La ministra ha recordado que “nos preocupa de manera particular la marcada disparidad de género en el suicidio. En España, la tasa de suicidios es tres veces mayor en hombres que en mujeres, mientras que las mujeres suelen tener tasas más altas de intentos de suicidio. Entender estas diferencias de género va a ser clave para mejorar las estrategias de prevención”.

El objetivo de este futuro plan de acción es mejorar la garantía asistencial y la rapidez en la respuesta ante situaciones de riesgo, asegurando que cualquier persona que necesite ayuda reciba la atención adecuada de manera oportuna. “Necesitamos hacer prevención de los casos, detección precoz y mirada amplia. Yo sé que la prevención no da votos, porque no se inaugura ni da titulares, pero es la mejor política, la que salva más vidas y la que más reconforta”, ha recordado Mónica García.

En paralelo, se va a seguir ampliando el Servicio 024, introduciendo mejoras como la recomendación de «Activos en salud», herramientas que pueden ayudar a los usuarios a encontrar apoyo y recursos en su comunidad, dándoles alternativas cuando más lo necesitan.

Con datos hasta el 31 de agosto, desde su puesta en marcha en 2022, la ‘Línea de Atención 024: Respuesta rápida y efectiva’ ha atendido un total de 306.614 llamadas, de las cuales el 39,8% han sido realizadas por mujeres y el 33,5% por hombres. El grupo de edad que más ha utilizado esta línea es el de personas entre 50 y 59 años, representando el 25,1% del total de las llamadas de personas que han informado de su edad.

El secretario de Estado del Ministerio de Justicia ha aportado los datos del pasado año: 3.952 personas se suicidaron en nuestro país, un 6,5% menos que el año anterior y el primer descenso en cinco años.

Aun así, “siguen siendo cifras terribles, escalofriantes que nos mueven a trabajar sin descanso para hacer abrupto ese descenso”, ha dicho la ministra. Son 11 muertes diarias, que “representan una tragedia que nos exige la reflexión como sociedad sobre las cotas de sufrimiento y desesperanza cada vez más altas y cada vez más frecuentes”.

La comisionada de Salud Mental, Belén González, ha recalcado que es un problema social para el que ya se están poniendo en marcha planes en todas las comunidades autónomas. A la vez que ha destacado que ha llegado el momento de dar un paso más allá, blindando el Servicio 024 y poniendo en marcha este Plan de Prevención.

El secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo, ha recordado que a nivel mundial se alcanzó la cifra de 700.000 personas suicidadas el año pasado, y por eso la OMS conmina a hacer del suicidio una política prioritaria ante un fenómeno “complejo”.

En España, ha destacado, se lleva un riguroso control de los casos con datos que ayudan a adoptar políticas de prevención más eficaces y también poner en marcha políticas que ayuden a las personas que no llegan a este punto y las que sobreviven. En cuanto a intoxicaciones, ha destacado que el mayor número es por medicamentos y ha incidido en los casos de mujeres adolescentes.

Con el Plan de Acción, han explicado, se quiere fortalecer los sistemas de información para una mejor identificación y seguimiento de los casos; mejorar la coordinación con Atención Primaria y con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado; y promover campañas de sensibilización dirigidas a combatir el estigma y la desinformación que aún persiste con esta problemática.

(Ministerio de Sanidad. 9 de septiembre de 2024)

José Carlos Bouso (Madrid, 1970) es psicólogo clínico y doctor en Farmacología. Ha desarrollado su actividad científica en la Universidad Autónoma de Madrid, en el Instituto de Investigación Biomédica IIB-Sant Pau de Barcelona y en el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas de Barcelona (IMIM). Durante este tiempo, desarrolló estudios sobre los efectos terapéuticos de la MDMA («éxtasis») y estudios psicofarmacológicos sobre los efectos agudos y neuropsiquiátricos a largo plazo de muchas sustancias, tanto de origen sintético como vegetal. Como director científico de ICEERS, José Carlos coordina los estudios sobre los beneficios potenciales de las plantas psicoactivas, principalmente el cannabis, la ayahuasca y la ibogaína, con el objetivo de mejorar la salud pública. Es coautor de numerosos artículos científicos y de varios capítulos de libros. Asimismo, es miembro del MARC (Medical Anthropology Research Center) de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, profesor invitado en el programa de salud mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo en Riberão Preto, Brasil, y vicepresidente de la Sociedad de Endocannabinología Clínica (SEC).

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