Presentación de Hojas de álbum (Eds. Genal), ensayo sobre libros y autores de Alfredo Fierro. Conversación entre el autor, Ana María Prieto y Héctor Márquez.
26/06/2025 - 19:00 - Librería Proteo - Pta. de Buenaventura, 3 - Málaga
Entrada libre hasta completar el aforo.
Alfredo Fierro es desde hace décadas un referente intelectual y académico en España y uno de nuestros mayores expertos en educación, teología y psicología de la personalidad. Doctor en Psicología y en Teología, licenciado en Derecho, autor de más de medio centenar de libros de varios géneros, catedrático de la UMA, donde es emérito desde hace casi dos décadas, posee distinciones como como el Premio Fray Luis de León, el Premio Málaga de Investigación 2023 o la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. Nos brinda el honor de clausurar la temporada 2024-25 de El Tercer Piso de Librería Proteo el próximo jueves 26 de junio, cuando, a las 19 horas, presentemos su nuevo libro Hojas de Álbum (Ediciones del Genal). Este ensayo repleto de breves textos, deliciosamente escrito, es a la vez un homenaje a los libros y autores que han marcado su vida, el autorretrato ético y literario de un sabio a sus casi 90 años, una celebración de los clásicos como una guía estética y moral para tiempos de algoritmo y desasosiego. El autor conversará y será presentado por la doctora en Derecho Penal y profesora de la UMA Ana María Prieto y por el periodista y director de El Tercer Piso Héctor Márquez. Dispondremos de ejemplares de varios de los últimos libros publicados por este sabio ejemplar. Con el patrocinio de Fundación Unicaja. Entrada libre.

Hojas de álbum (Sinopsis)
Este es un libro de buena fe, lector, y al igual que Montaigne al comienzo de sus Ensayos, advierto de que con él no me he propuesto otro fin que el doméstico y privado, dedicado al particular solaz de parientes y amigos a fin de que, una vez que me hayan perdido (lo que pronto sucederá, dice y digo), puedan hallar en él algunos rasgos de mi condición y humor. Corrijo: está escrito no para que familiares y deudos me conozcan mejor, sí para que sepan en qué libros he aprendido, cuáles me han instruido y asistido en distintos tramos y vicisitudes de la vida, sí también para animar a leerlos sin contentarse con estas páginas, hojas de mi álbum ideológico, encuadernadas aquí en una antología que recoge desde pasajes bíblicos hasta articulistas de ayer mismo.
Son páginas de filósofos, de moralistas, de poetas, de maestros, a fin de cuentas, tan distintos, por otra parte, como Nietzsche y Cervantes, Borges y Unamuno, Marco Aurelio y Shakespeare, a quienes no hay que enfrentar, sino incluir y hermanar en el álbum o libro de la propia vida.
Son páginas recogidas y encuadernadas como en antología con acompañamiento de comentarios o glosas y con un hilo argumental conductor que lleva de unas a otras. Se traman en un recorrido desde lo que son los gloriosos comienzos de libros hoy clásicos, atravesando temas como el amor y el deseo, el sentido de la vida o el tiempo existencial, hasta no menos gloriosos finales de otros libros. En impagable deuda con todos los autores citados, por no decir saqueados, el responsable de estas “Hojas” se reconoce mero escoliasta y copista escribidor, que espera verse absuelto de su delito de latrocinio por este reconocimiento y por la invitación bien explícita a leer los textos originales.
(Alfredo Fierro)

“En nada piensa menos un hombre libre que en la muerte; y su sabiduría es una meditación sobre la vida, no sobre el morir. El hombre libre, aquel que vive según el solo dictamen de la razón, no se guía por el miedo a la muerte, sino que desea directamente el bien, esto es, actuar, vivir, conservar su propio ser sobre la base de buscar lo provechoso para sí”33.
Pensar o no pensar en la muerte: difieren en eso Montaigne y Spinoza. No difieren, en cambio, en exorcizar el temor a la muerte. Meditando acerca de ella, o no, solo se es libre si se la ignora, si no se la teme. Sin guiarse por ese temor puede ser de provecho pensar en la muerte alguna vez, aunque no con tanta frecuencia como Montaigne pide, pensando poco o nada en ella al modo sabio de Spinoza, y desde luego no todos los días.
Con hondura cartujana y filosófica piensa Snoopy en voz alta: “Algún día moriremos”. Y en la viñeta Charlie le replica: “Sí, pero no todos los días”. Seguramente para vivir con ilusión hay que recorrer el camino de la vida como si no fuéramos a morir nunca.
Meditar sobre la muerte, o más bien, sobre el final de la vida, es al fin y al cabo meditar sobre la vida y su componente esencial, el tiempo, sobre el breve tiempo concedido a los humanos, cósmicamente ínfimo, un parpadeo de luz y de conciencia entre dos eternas noches de no ser: “Solo existo /porque entre dos heladas hubo un blando / y caliente rincón entre la Nada”34.
Aun así, advierte Séneca: “No tenemos un tiempo escaso, sino que perdemos mucho; la vida es bastante larga y para realizar las cosas más importantes nos ha sido otorgada con generosidad, si se emplea bien toda ella”35.
En esa vida breve, pero suficiente si no se desperdicia, hay tiempos y tiempos, a los que no es posible sustraerse y que conviene reconocer. La sabiduría estriba en administrarlos con acierto.
33 Ética IV, proposición 67.
34 José María Valverde. Poesías reunidas. Barcelona: Lumen, 1990, página 149.
35 Sobre la brevedad de la vida 3.
(Alfredo Fierro. Hojas de álbum. Fragmento. Ediciones del Genal. 2025)
Montaigne en Gibralfaro
Admite Alfredo Fierro (Soria, 1936), con su bonhomía característica, que “lectores, lo que son lectores, no tengo muchos”. Añade, eso sí, ya desde una sonrisa: “Pero me queda el consuelo de ser eso que llaman un escritor de culto”. Desde la firmeza que la perspectiva crítica más rigurosa podría permitirnos, sin embargo, convendría reconocer a Fierro como una verdadera autoridad intelectual entre la última España en la que decir algo así sigue teniendo sentido. Su compromiso al respecto ha estado centrado siempre en el ideal humanista del buen vivir, articulado tanto en diversos tratados de psicología (materia en la que figura como catedrático emérito en la Universidad de Málaga); en su trilogía divulgativa publicada entre 2000 y 2015 (Sobre la vida feliz, La vida, manual de instrucciones y Del arte de vivir y otros saberes); y en otros títulos más fieles a la propia tradición humanista, como Humana ciencia (2011) y Heterodoxia (2006), obra reconocida con el Premio de Ensayo Fray Luis León. Justo en esta tercera categoría corresponde inscribir su nuevo libro, La escritura del mundo, que acaba de publicar la editorial El Toro Celeste y con la que el autor ganó el Premio Málaga de Investigación, convocado por la Academia de Bellas Artes de San Telmo y la Fundación Málaga, en su edición del año pasado. Admite Fierro que la idea de que un escritor escribe para ser querido no le inquieta demasiado “porque ya soy suficientemente feliz y querido”, aunque, puntualiza, “nunca está mal que a uno le quieran un poco más”. En cualquier caso, La escritura del mundo representa un argumento definitivo para que la posición magistral de Alfredo Fierro en el pensamiento contemporáneo quede reforzada en consecuencia.
Armado a través de una estructura fragmentaria, propia del diario o de la colección de apuntes, el libro propone una revisión del empeño mostrado a lo largo de la historia por numerosos autores en escribir el mundo; esto es, en contener la experiencia del mismo en un medio tan frágil y a la vez poderoso como el lenguaje. La obra abarca así desde el mismo hecho común de la escritura, la penetración en la página en blanco en busca del texto, hasta proyectos en los que esa escritura ha aspirado a una comprensión universal del conocimiento, como los Ensayos de Montaigne, el alumbramiento de la Enciclopedia de D’Alembert y Diderot, la creación de las primeras bibliotecas, la definición del canon literario y su evolución y la hipertextualidad contemporánea del conocimiento en Internet. Resultaría oportuno, sin embargo, incluir en este catálogo de pulsos a la palabra la propia factura de La escritura del mundo, en la que Alfredo Fierro ha invertido dos décadas de trabajo: “Comencé escribiendo el libro en paralelo a Humana ciencia y Heterodoxia, con los que está relacionado de manera evidente. La primera versión llegó a superar las mil páginas, pero entendí pronto que, para que alguien decidiera publicarlo, debía reducir su extensión. Emprendí así una ardua tarea de revisión para la que me resultó particularmente beneficioso el confinamiento de 2020. Finalmente, pude terminar el libro en su forma más beneficiosa para el lector”.
En gran medida, La escritura del mundo es una reivindicación de las posibilidades del humanismo en el siglo XXI frente a las tentaciones hegemónicas del posthumanismo y el transhumanismo, si entendemos el humanismo como la consideración del conocimiento, o la sabiduría, en la consecución del ideal del buen vivir. Semejante continuidad pasa por la prolongación de la identidad del conocimiento, con sus correspondientes mutaciones, dentro del paradigma tecnológico o, quizá, de manera independiente del mismo: “Probablemente en el futuro la sabiduría continuará moviéndose detrás de la tecnología y más despacio que ella. Con toda seguridad será una sabiduría de sustrato diferente de la humanista basada en los libros y las artes. A la sabiduría de la era de Gutenberg le sucederán la audiovisual y la de los macrodatos, de la comunicación por fibra óptica o por Li-Fi, la de los superordenadores en red. De momento, sin embargo, no se cuenta con eso; y los análisis, sin distraerse con imágenes de un futuro en parte pronosticado y, en otra parte, fantaseado, han de regresar a nuestros días para apañarse con la sabiduría actualmente disponible”, escribe Fierro en su libro. El objetivo de esta distinción no es otro que la definición del buen vivir, esto es, la felicidad vinculada a la sabiduría: “Felicidad no es vida indolora, anestesia o analgesia. Es más que remanso de paz o calma, aunque un buen sosiego pueda resultar casi indiscernible del buen vivir. La ataraxia, la serenidad es, desde luego, una vertiente de la dicha. Por otra parte, sin embargo, también se da una felicidad pasional, tumultuosa. Secreto de la felicidad es saber transitar a través de incidencias contrapuestas y también de fugaces humores, de mudados estados de ánimo”, matiza el autor al respecto.
Poco afín a las etiquetas propias del intelectual y el filósofo, Alfredo Fierro considera que, en su afán hacia el buen vivir, “como escritor he terminado siendo un moralista”. Pero no de cualquier modo: las páginas de ‘La escritura del mundo’ comparten el mismo abrazo al lector que aspiraba a brindar Montaigne en las suyas. He aquí, al fin, a nuestro Montaigne, susceptible de la familiaridad vecinal, al que podríamos encontrar dando un paseo o tomando un café en Gibralfaro mientras sea su mirada la que nos escriba.
(Pablo Bujalance, Málaga Hoy. Noviembre 2023)

Alfredo Fierro
Alfredo Fierro (Soria, 1936) es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, doctor en Filosofía y Letras, Psicología, por la Universidad Complutense de Madrid, y doctor en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma.
Comienza su carrera docente en el ámbito eclesiástico como profesor y jefe de estudios en el Seminario de Zaragoza (1964-1967) y durante algún tiempo publica libros de teología, una teología que de modo progresivo se distancia de la convencional, deriva a posiciones críticas heterodoxas y finalmente se disuelve en una teoría aconfesional de la religión.
Director de publicaciones en una ONG a favor de las personas con discapacidad psíquica (1968-1978) crea las revistas Voces y Siglo Cero sobre esta temática. Desarrolla luego docencia en psicología en la Universidad de Salamanca de 1978 a 1984, más tarde en la de Málaga, de cuya Facultad de Psicología es Decano entre 2001 y 2006. Entretanto, de 1987 a 1993, en el Ministerio de Educación y Ciencia, en nivel de una Subdirección y luego de una Dirección General, tiene relevante responsabilidad en una etapa de innovación y reforma educativa. Llegada la edad de la jubilación en 2007, pasa a la condición de catedrático emérito de la Universidad de Málaga. Entre los reconocimientos y distinciones recibidas destacan
-Número monográfico de la revista Anthropos (nº, 161, 1994) en reconocimiento a su obra anterior a 1994, con el título “Memoria de un éxodo: desde un pensamiento crítico a una ciencia objetiva de la persona”,
-Medalla de Oro de Aragón a los Valores Humanos (2002).
-Premio Fray Luis de León, modalidad Ensayo, Junta de Castilla y León (2005), por su obra Heterodoxia.
-Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (Consejo de Ministros y Real Decreto 22 junio 2007).
-Monográfico de la revista Encuentros en Psicología social (2010) en honor suyo.
-Premio Málaga de Investigación, convocado por la Academia de Bellas Artes de San Telmo y la Fundación Málaga, por su ensayo La escritura del mundo (Ed. El Toro celeste. 2023)
Y entre sus principales libros publicados:
(1979). Sobre la religión. Madrid: Taurus.
(1981). Lecturas de Psicología de la Personalidad. Madrid: Alianza.
(1981). El hecho religioso. Barcelona: Salvat.
(1983). Personalidad, sistema de conductas. Méjico: Trillas.
(1994) Sociedad, cultura y religión. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia.
(1996). Manual de Psicología de la personalidad. Barcelona: Paidós.
(2000). Sobre la vida feliz. Málaga: Aljibe.
(2002). Personalidad, persona, acción. Madrid: Alianza.
(2006). Heterodoxia. Valladolid: Junta de Castilla y León.
(2011). Humana ciencia: del ensayo a la investigación en la Edad Moderna. Barcelona: Anthropos
(2012). Hijas de Eva. Madrid: Endymión.
(2012). Después de Cristo. Madrid: Trotta.
(2014) La construcción de la persona. Málaga: Publicaciones de la Universidad.
(2015) La vida, manual de uso. Madrid: Huerga y Fierro.
(2016) Historias del dios. Barcelona: Anthropos.
(2017) Cuenta atrás. Málaga: El toro celeste
(2017) La religión a examen. Barcelona: Anthropos.
(2017) Del arte de vivir y otros saberes. Madrid: Huerga y Fierro.
(2018) Antropología comportamental y psicología de la acción. Barcelona: Anthropos
(2019) A un Dios que pueda oír. Barcelona: Anthropos.
(2019) Psicología, área metropolitana. Málaga: Ediciones del Genal.
(2019) Conversación en el atrio. Madrid: Huerga y Fierro.
(2021) Senectud. Madrid: Huerga y Fierro.
(2024) Leyendas ejemplares. Málaga: El toro celeste
(2024) El devenir de una ilusión: la religión en quiebra. Madrid: Huerga y Fierro.
(2025) Hojas de álbum. Málaga: Ediciones del Genal.
(2025) Páginas para educadores. Madrid: PPC.
Hay un perfil suyo en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_Fierro

Ana María Prieto del Pino es profesora de Derecho Penal en la Universidad de Málaga, por la que es doctora en Derecho Penal y de cuyo Servicio de Publicaciones ha sido directora entre 2010 y 2014. Ha publicado poemas en dos antologías colectivas y en la revista Paradigma. Para esta misma revista ha traducido a Emily Dickinson y ha realizado ilustraciones. También como ilustradora, ha colaborado en la edición del libro de Alfredo Fierro “Leyendas ejemplares”.
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