Coloquio y presentación del libro Prefiero que me trates de tú (Pepitas de Calabaza) de Daniel Azcona. Presenta: Pedro Delgado Fernández. Modera: Héctor Márquez.

Ciclo Leyendo a la carrera

Viernes 17 de febrero de 2023. 19:00. El Tercer Piso de Librería Proteo.
Entrada libre hasta completar el aforo.

Aunque lo más conocido de Daniel Azcona (Nueva York, 1965) por el gran público es su padre –don Rafael Azcona, simplemente, el mejor guionista de la historia del cine español– ya va siendo hora de que vayan conociendo a este “narrador secreto” por sus propios méritos. Residente en Toulouse, antiguo atleta de élite –llegó a ser bronce junior de España en los 1500 y 10º absoluto– viene al ciclo Leyendo a la carrera de El Tercer Piso de Librería Proteo para presentar su libro de relatos Prefiero que me trates de tú (Ed. Pepitas de calabaza). En el primero de sus relatos, hace, como hizo en su día Murakami pero manejando ese sello tan azconiano del humor, un “de qué hablo cuando hablo de correr”. La cita, el viernes 17 de febrero, 19:00, Librería Proteo. Será una conversación de fondo, literatura, obrador y tartán la de Daniel Azcona con el también escritor y atleta Pedro Delgado y el director de ETP Héctor Márquez.

Prefiero que me trates de tú

Lector tardío, atleta durante su infancia y juventud, antes de dedicarse a la autoría literaria, Daniel Azcona pasó un año clave, de reflexión en lo de amasar un nuevo oficio, trabajando en una panadería. Este tiempo de la hornada y su admiración por las historias del común, unido todo ello a un plan de obra —escribir al día un número concreto de palabras—, lo han llevado a alcanzar un ritmo propio en su producción. Y fibra fabuladora. En la observación de los comportamientos ajenos, en la economía narrativa, en la búsqueda de la aventura ordinaria y en la voluntad de perseverar en la escritura se adivina la eclosión de un narrador. El arco doméstico viene a trazar un guion de la presente selección. El interés de estos seis relatos reside en la sencillez y sobriedad con la que el autor describe cómo sus personajes enfrentan las vicisitudes de la vida cotidiana. En la observación del comportamiento humano, en la economía narrativa, en la búsqueda de la aventura ordinaria salpicada de ficción y en la voluntad de perseverar en la escritura se adivina la eclosión de un narrador.

En Un atleta de clase familiar, reconocerán a su padre ―el guionista Rafael Azcona― corriendo junto al narrador en una prueba de campo a través; En El mundo rendido a sus pies, un joven, atraído por una chica que acaba de conocer en el Zócalo de la Ciudad de México, acepta su invitación y la acompaña en su viaje a la Costa Maya. No hay mal que por bien no venga nos presenta a un ejecutivo madrileño que, tras sufrir un burnout y presentar su dimisión, se encuentra con la oportunidad de hacer el bien. En Prefiero que me trates de tú, un paciente hará todo lo posible para que su fisioterapeuta francesa le permita tutearla. En Hasta que la muerte nos separe, un hombre recrea su vida tras haber sufrido una catalepsia que le ha hecho asistir a su propio velatorio.  Y en Con renovadas energías, que cierra el volumen, se distingue a su madre ―también lectora, animadora y crítica― Susan Youdelman, en un proceso de mudanza total marcado por las sorpresas. Los seis cuentos, plenos de humor y elegancia, resultan tan sorprendentes como calibrados.

Daniel Azcona fue 10º en el campeonato de España absoluto de los 1.500 metros. Su mejor marca en la distancia de 1991, es aún estimable, 3:42:78.

Daniel Azcona, atleta de clase familiar

(Por Pedro Delgado Fernández)

En las librerías, las portadas de los libros reclaman nuestra atención desde los escaparates, las mesas de novedades y las estanterías. Algunas te susurran «léeme» con timidez, pero otras te gritan directamente «llévame a casa».

 La portada de Prefiero que me trates de tú, de Daniel Azcona (Hempstead, Nueva York, 1965), es de las segundas, de ahí que haya engrosado mi lista de lecturas. Los créditos del interior no recogen la autoría de esa imagen poderosa, que hace que te detengas delante y tomes el libro entre las manos, que leas la contra y la solapa y pases por caja, pero tras indagar en la editorial (Los Aciertos & Pepitas) he encontrado la fotografía en la Miami University Libraries. Su autor es Frank R. Snyder, y la tomó en junio de 1912 en un instituto de secundaria de Oxford, Ohio. Lleva por título Runners on track with judges at high school track meet 1912. Como se observa, la imagen se recortó y reencuadró para el libro.

En la misma colección de fotografías, digitalizadas por la Universidad de Miami, se puede ver otra instantánea de Frank R. Snyder tomada en la misma curva, mes y año; aunque en este caso no resulta tan espectacular como la anterior, donde la composición, con ese atleta que gira la cabeza para ver la distancia que lo separa de su perseguidor y el perro que los sigue a dos calles de distancia, es más lírica.

Estamos ante un libro de relatos, y el primero, en consonancia con la portada, se centra plenamente en el atletismo. Se titula Un atleta de clase familiar, y uno quisiera que no terminara nunca. En apenas cuatro páginas, el autor recoge con brillantez lo que significa para un chaval que su profesor de Ed. Física (en el cuento se dice Gimnasia porque refleja otros tiempos) le seleccione para una competición escolar de campo a través, y cómo eso se convierte en una puerta de acceso al mundo del atletismo.

Lo recuerdo como si fuera ayer. Fuimos andando desde el colegio hasta la iglesia de Santa Gema. Cronómetro en mano, el profesor de gimnasia nos hizo dar, uno por uno, la vuelta corriendo a la plaza que hay frente a la iglesia. La mayoría de mis compañeros de clase se lo tomaron a broma y ralentizaban el ritmo cuando el profesor dejaba de observarles en su recorrido por el perímetro designado. Por el contrario, yo no podía contener mi excitación. Cuando me tocó a mí, esperé a que sonase su silbato para salir lo más rápido posible y no parar hasta completar el recorrido. Al cruzar una imaginaria meta, el profesor anotó mi tiempo sin decir nada, pero en el camino de vuelta al colegio me invitó a participar en una prueba de campo a través, de tres kilómetros de distancia, que tendría lugar ese fin de semana en los terrenos del colegio Estudio.

 Yo mismo me he visto reflejado en la historia, y he recordado cómo D. Pablo Madrid me llevaba, junto a otros compañeros del colegio Los Olivos, a las carreras de campo a través que se celebraban en la zona de Portada Alta y la feria (hoy día todo eso está urbanizado), donde teníamos que medir nuestra resistencia con la de los integrantes de los equipos de otros colegios.

Y espero que mis propios alumnos, a los que en algunas ocasiones he llevado a competir al cross intercentros que organiza el instituto La Rosaleda, también se puedan sentir identificados cuando lean este relato.

Si el autor ganó en su etapa escolar el campeonato de Madrid de campo a través, yo a los pocos años de aquellos crosses ya estaba subiéndome a un podio nacional. Fue en el Campeonato de España Escolar del año 1983, celebrado en Santander, donde fui subcampeón de España en los 1.500 m. Entramos en meta casi a la vez, y fueron unas décimas de segundo las que dilucidaron el vencedor. Fue mi primera medalla en un campeonato de España, y la primera vez que aparecía en el diario deportivo Marca. Como se imaginarán, conservo aquel recorte en mis archivos, junto a otro del diario Sur anunciando la participación de los atletas malagueños en el campeonato.

Un atleta de clase familiar recoge además una anécdota curiosa, porque el autor es hijo de Rafael Azcona, novelista y guionista con trabajos tan reconocidos como Plácido, El verdugo, La escopeta nacional, Belle époque, El pisito, El cochecito, La niña de tus ojos o Los muertos no se tocan, nene. Pues bien, Azcona padre acompaña a Azcona hijo al campeonato de campo a través de la Comunidad de Madrid que se celebra en la Casa de Campo. Allí, antes de la salida, el hombre parece estar absorto en su periódico; sin embargo, cuando dan la salida, el hombre parece tener el don de la ubicuidad, animando y cantando los tiempos aquí y allá. Y es que, como dice el refrán: De casta le viene al galgo.

Rafael Azcona (Logroño, 1926-Madrid, 2008), que era un lector empedernido, decía que todas las noches de su vida había leído. Estoy seguro de que le habría encantado llevarse el libro de su hijo a la cama para comprobar una vez más lo dicho, que de padres gatos, hijos mininos. Ahí están su humor, su visión del mundo, su escepticismo, el tema de la muerte y la vejez, incluso algún detalle fetichista, como el que aparece en el segundo de los relatos, El mundo rendido a sus pies, donde los pies son el objeto de deseo. Una historia un tanto loca en la que aparece el director de cine Quentin Tarantino, el actor Brad Pitt y la sensual Morelia, de pies egipcios.

No hay mal que por bien no venga va de dimisiones y de azares y dones que te cambian la vida. En él, de manera trasversal, aparece un par de veces la maratón de Valencia.

A las 9:00 ese domingo, nueve mil corredores iniciaron la prueba. Era un día claro y soleado, sobre los 18 ºC. Mis entrenamientos habían sido claramente insuficientes, pero arropado por la marabunta de atletas, animado por el público y la música rock a lo largo del recorrido logré completar la carrera y lo celebré como si la hubiera ganado, brazos en alto, sonriendo, llorando, agradecido a los muchos que habían donado a la asociación. Eso sí, me dolió el cuerpo durante una semana.

El cuento que da título al libro, Prefiero que me trates de tú, trata de las sesiones del autor con su fisioterapeuta, otra historia con la que, a poco que hayas estado lesionado, es fácil identificarte, sobre todo si tu fisio es del género femenino.

Desde hace seis meses una bursitis en la cadera me produce dolor al andar, me impide correr y a veces incluso me molesta para dormir. La causa del dolor puede ser diferente según con quién se consulte. Para la medicina moderna, mi dolor se debe simple y llanamente a una artrosis, que debe tratarse con fármacos. Para la medicina tradicional china, se trata efectivamente de una artrosis, pero la causa es una obstrucción del Qi (energía) y la Xue (sangre), ocasionada por un debilitamiento del Wei Qi (energía defensiva), y debe ser tratada con agujas. Y para los expertos en relaciones emocionales, mi dolor se debe a que tengo dificultades para decidirme a pasar a la acción, para ir hacia lo que deseo, y la intensidad de mi dolor es una indicación del grado de mi actitud derrotista. Para desmentirlos a todos, me puse rápidamente y sin demora en manos de Charlotte Coe, una fisioterapeuta del barrio que me recomendó mi médico.

En Hasta que la muerte nos separe, el protagonista asiste a su propio velatorio. Islas y dioses hawaianos, inmersiones acuáticas y una peculiar venganza al son de un ukelele.

Cierra el volumen Con renovadas energías, el relato que más me ha gustado de todos, con un final tan redondo como el de No hay mal que por bien no venga. Dicho cuento lo protagoniza la madre del autor, Susan Youdelman, y gira en torno a una mudanza, al insólito contenido de unos paquetes que su difunto marido (Rafael Azcona) había pedido unos días antes de su muerte y a unas misteriosas cajas que éste dejó en el trastero. No sé a qué grado llega esta autoficción, pero en una entrevista a Rafael Azcona que vi después en la televisión, el hombre deslizó una verdad que comparto: «El dinero sirve para no pensar en el dinero». Rafael decía que no solía jugar, pero que, si alguna vez le tocaba algo, sería su pensión, pues al dejar su trabajo de contable por el de guionista, no había cotizado lo suficiente como para tener una pensión digna. Entonces pensé de nuevo en lo que guardaba en aquellas cajas, que no crean ustedes que era dinero contante y sonante, y sonreí. Todo me pareció muy Azcona. Igual que este libro de relatos.

 Azcona padre, que era muy fan de Woody Allen, dijo en una entrevista lo siguiente sobre el neoyorquino: «Es alguien que está creando un cuerpo de ficción, donde se mezcla la realidad a su alrededor con su mundo personal y familiar. Y es de una riqueza…». Pues si viviera, creo que justo eso diría ahora de su hijo.

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2022/12/prefiero-que-me-trates-de-tu.html

Daniel Azcona

Daniel Azcona nace en Long Island, Nueva York en 1965, pero pasa toda su infancia y juventud en Madrid. A los 11 años corre su primera carrera atlética y no dejará el deporte de competición hasta 1992. En su especialidad, los 1.500 metros, es medalla de bronce en el campeonato Nacional junior en 1984 y 10° en el Nacional Absoluto en 1991. Es graduado en Business Economics de la Universidad de Brown en Providence y Máster en Dirección de Empresas de la Universidad de Texas en Austin. Su carrera profesional le ha llevado a ejercer en México, España y Francia en las áreas de Estrategia, Recursos Humanos y Desarrollo Sostenible. En el 2018 deja de decir que quiere escribir y escribe, completando una quincena de relatos cortos en el espacio de un año. Autopublica en 2020 su primer libro, titulado “Aventuras Cotidianas”, y publica dos años después, esta vez de la mano de la editorial Pepitas de Calabaza, su segunda obra de relatos cortos, titulada “Prefiero que me trates de tu”. El primer relato de este último libro cuenta el nacimiento de su pasión por correr. Correr sigue siendo parte importante de su vida, ya que entre otras cosas le ha permitido conocer a quienes son hoy algunos sus mejores amigos. También corriendo ha conocido mejor el entresijo de calles de muchas ciudades. Y correr le ha permitido conocerse mejor a sí mismo.

Principal acontecimiento deportivo

Final Olímpica de los 1.500 m 11 agosto de 1984 en Los Ángeles.  Medalla de Oro de Seb Coe (mi ídolo deportivo), Bronce de JM Abascal (1ª medalla española en atletismo en unas Olimpiadas).

Pedro Delgado Fernández (Málaga, 1966) es viajero por vocación, escritor, exatleta de élite, entrenador de atletismo, bloguero, profesor de Educación Física en el Instituto Isaac Albéniz y subcampeón de España de atletismo en pista cubierta de veteranos en los 3.000 y los 1.500 metros. Ha recorrido medio mundo siempre con un libro bajo el brazo, de ahí que las geografías en las que escenifica sus historias estén siempre a muchos kilómetros de casa. Durante mucho tiempo, compaginó su trabajo de profesor de Educación Física con el de guía de montaña y viajes en Marruecos; por eso el gran peso que tiene este país en su narrativa. Como atleta de fondo llegó a ser internacional, pero tras el éxito de su libro Al sur del Sahara, cuaderno de viaje recomendado por la prestigiosa Lonely Planet, colgó las zapatillas para dedicar más tiempo a escribir. Entre sus novelas se encuentran Al sur del Sahara -Cuaderno de viajes del África negra- (Ediciones Caligrama, 2000), que fue recomendado por la prestigiosa Lonely Planet y la edición se encuentra agotada; Neguinha la garimpeira -Amazonas: la última frontera- (Ed. Barrabes, 2007); Los ojos del cordero (Ed. Alfama, 2008) o Carta desde el Toubkal (Ediciones del Genal 2015), conjunto de relatos ambientados en Marruecos, prologado por Jorge Dezcallar de Mazarredo, exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y exembajador de España en Marruecos, la Santa Sede y Washington. Ha sido finalista en 2005 del VII Premio Desnivel de Literatura de viajes, montaña y aventura con Carta desde el Toubkal, del VII Certamen Dime que me quieres del Ayuntamiento de Málaga (2007) con Saudade, un relato ambientado en Brasil, 2º Premio en el VIII Certamen Dime que me quieres del Ayuntamiento de Málaga (2008) con La Boulat, un relato homenaje a la fotoperiodista Alexandra Boulat y 3º Premio en el I Concurso de Relatos Cortos Lésbicos organizado por Les y otras hierbas (2017) con La Mariposa, relato incluido en Carta desde el Toubkal. En su excelente blog Calle 1 (https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/) realiza desde hace una década crónicas de eventos deportivos y reseñas de libros, películas y exposiciones relacionados con el deporte, fundamentalmente atletismo y viajes de aventura. Es asesor para El Tercer Piso de Proteo del ciclo Leyendo a la Carrera, donde se tratan a autores y libros relacionados con el deporte

Los cinco de Daniel Azcona:

  • Sinuhé el egipcio. De Mika Waltari.
  • Un buen bistec. De Jack London.
  • Los muertos no se tocan, nene. De Rafael Azcona.
  • Fanfan. De Alexandre Jardin.
  • Manual para mujeres de la limpieza. De Lucia Berlin.