30/11/2023 - 18:30 - Librería Proteo

Presentación de La señora de Eloísa Navas, memorias noveladas de Trinidad Grund, en charla entre la autora, Ana Pérez Bryan y Héctor Márquez. Lectura: Leonor Regife.

30/11/2023 - 18:30 - Librería Proteo -
Entrada libre hasta completar el aforo.

Trinidad Grund es la única mujer que tiene dedicadas en Málaga una calle y una plaza. Fue una pionera y adelantada a su tiempo y se destacó por ser una gran benefactora de la ciudad en el siglo XIX. Sin embargo, su historia personal estuvo llena de desgracias, luces y sombras. En La señora, novela de la escritora y economista malagueña Eloísa Navas, editada por Ediciones del Genal, se busca poner en valor su figura y biografía y dibujar los conflictos sociales de la época a través de las relaciones entre esta gran dama de la burguesía malagueña del siglo XIX y la mujer del servicio que le acompaña durante los últimos años de su vida. Prologada por el Premio Andalucía de Relatos Sergio Barce, es la última novela de Navas, que ya había tenido enorme éxito en su coautoría junto a Carmen Enciso de El Hotel del Inglés y Miramar y otras novelas cortas propias. El próximo jueves 30 de noviembre, a las 18:30, presentamos por primera vez en público en El Tercer Piso de Proteo la novela, en una conversación entre su autora, la periodista de Diario Sur especializada en Historia de Málaga Ana Pérez Bryan y el director de El Tercer Piso, Héctor Márquez. Leerá fragmentos de la novela, la actriz malagueña Leonor Regife. Entrada libre.

SINOPSIS LA SEÑORA (Ediciones del Genal)

Mercedes es la última habitante del palacio de Trinidad Grund, en Málaga. Antes de trasladarse a vivir a otro lugar, con motivo de unas obras de rehabilitación, encuentra un manuscrito antiguo que hará que se precipiten los acontecimientos. Pero… ¿es conveniente sacarlo a la luz?

La fascinante vida de Trinidad Grund es el eje principal en torno al que gira la novela, que, al mismo tiempo, constituye un amplio retrato de la burguesía malagueña del siglo XIX. Pero también es la historia de Esperanza, una mujer que acompaña a “la señora” en sus últimos meses de vida y que vive envuelta en la incertidumbre y el misterio que rodea todo lo concerniente a la muerte de su padre. 

En definitiva, esta es una biografía novelada, aunque, a la vez, es una historia donde abundan los dilemas éticos y algunos secretos por descubrir.

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PRÓLOGO DE LA SEÑORA

Trinidad Grund y Cerero del Campo. Trinidad Grund para la inmensa mayoría de los malagueños. Doña Trinidad para quienes la conocían. Ella es la protagonista absoluta de esta novela de Eloísa Navas. Una novela que es un homenaje y una reivindicación. Un libro que recupera una figura singular y dramática, una luchadora no sólo contra los convencionalismos patriarcales de su época (nació en 1821 y murió en 1896) sino también contra los reveses de una vida salpicada de desdichas y catástrofes.

Eloísa Navas nos conduce, de manera elegante, por la Málaga del siglo diecinueve, una de las épocas de mayor esplendor y desarrollo de la ciudad, donde se desarrollan los años más importantes en la vida de Trinidad Grund.

No se trata con este prólogo de desvelar nada de la protagonista de esta historia, porque es Eloísa Navas quien lo hace de manera apasionada y profunda con su excelente narrativa. Tampoco de descubrir, a quienes no conozcan los avatares existenciales de Trinidad Grund, cuáles fueron los acontecimientos que hicieron de parte de su vida un auténtico calvario. Lo que pretendo con este prólogo es llamar la atención sobre la autenticidad de esta obra, destacar el trabajo de investigación que ha realizado Eloísa Navas en archivos y bibliotecas para documentarse, y, sobre todo, intento advertir al lector de que una vida sin grandes hazañas puede ser igualmente heroica y ejemplar, y la de Trinidad Grund lo es en muchos aspectos.

Utilizando varias voces narrativas, Eloísa Navas dibuja a una mujer que pudo tenerlo todo, que rozó la felicidad, pero a la que el destino le reservaba quiebros dolorosos que sólo alguien con una personalidad recia y generosa como la suya podría superar y seguir adelante.

La habilidad de la autora es que escuchemos la voz de la protagonista. La hace hablar de manera confidencial y cercana, como si en vez de a Esperanza (que es el personaje creado por Eloísa para que Trinidad Grund cuente su historia) se dirigiera a nosotros. Incluso nos hace creer que estamos sentados con ella alrededor de una mesa camilla, escuchando su voz, unas veces emocionada y otras marchita, en ocasiones ilusionada y en alguna otra casi derrotada por lo inevitable.

Eloísa Navas también logra que entremos en varios de los inmuebles más emblemáticos de Málaga, que olamos su interior, que notemos el tacto del pasamanos cuando subimos con ella las escaleras del palacete, que nos llegue la fragancia de los jardines por los que juega la niña y años después pasea la joven Trinidad Grund.

Participamos de las celebraciones y reuniones de las familias más lustrosas de aquella Málaga decimonónica, codeándonos con los apellidos de más abolengo: los Heredia, Loring, Larios, Scholtz, Huelin y los Reding, e, incluso, con la reina Isabel II. Un mosaico social y cultural íntimamente vinculado a Trinidad Grund.

Y, claro, hay un poso de tristeza inevitable en numerosas las páginas de esta novela. Porque hubo muchas lágrimas en la vida de la protagonista.

No es fácil que compartamos el dolor de un personaje, pero Eloísa Navas nos acerca de una manera tan sutil a esta mujer que, cuando el infierno la cerca, sentimos el quebranto inimaginable de una madre y la desolación de una esposa. Nos es fácil imaginar cuánto sufrió y nos es desvelado cómo fue capaz de arrostrar tanto sinsabor. Ahí está la huella de la buena narradora.

También hay lugar para el jolgorio, y para la esperanza, que también formaron parte de Trinidad Grund. Pero me quedo con lo esencial: el retrato certero de una mujer y su época, el aire galdosiano de estas páginas, la luz de Málaga filtrándose entre sus palabras y la voz apaciguada de la Señora llegando hasta nosotros desde otro siglo.

Y, al final, esas olas ahora suaves y melancólicas lamiendo la arena de las playas que, quizá, traen de regreso los restos de un naufragio que marcó profundamente una vida.

Sergio Barce, octubre 2023  

¿QUIÉN ERA TRINIDAD GRUND? SU INCREÍBLE HISTORIA

Colección Fernández Rivero.

Trinidad Grund y Cerero de Campos, nació en Sevilla, el 28 de febrero de 1821, en una modesta casa de la calle de Toqueros. Su padre, Don Federico Grund, era natural de Hamburgo, y desempeñaba el Consulado de Prusia en Sevilla, cuando casó con Doña Trinidad Cerero y Arroyal, nacida y criada en esta ciudad.

Cuentan que era una mujer hermosísima, de cuerpo airoso y un tanto varonil, estatura crecida, facciones por extremo expresivas, y unos ojos claros cuya mirada se encendía al dirigirse, siempre recta y resuelta, sobre aquel que le hablaba, como si nunca temiera de los demás, ni jamás hubieran entrado en su alma, pensamientos ni flaquezas, de los que hacen involuntariamente inclinar la vista.

Se casó con Don Manuel Heredia Livermore, hijo mayor del matrimonio de Don Manuel Agustín Heredia e Isabel Livermore.  Pero el destino de Doña Trinidad le deparó pocos días de felicidad primero con la muerte de su esposo Don Manuel Heredia Livermore, que se suicidó en el transcurso de una cacería en Motril y posteriormente la de su hijo, que tan sólo sobrevivió a su padre pocos meses, muriendo en una operación quirúrgica.

El 29 de marzo de 1856, para trasladarse a la feria de Sevilla, se embarca en el Miño con sus dos hijas, su cuñada María Heredia, y algunos otros parientes y amigos. El mar estaba tranquilo en el Estrecho de Gibraltar, y la luna lucía clara en un cielo sin nubes, y en un horizonte sin niebla. A las 11 de la noche, aunque hacía un tiempo primaveral en el Mediterráneo, se acercó un buque que acabó rozando el costado del Miño y chocando por la proa; lo que abrió una brecha en el barco que hizo casi imposible el salvamento por la rapidez con que se sumergía el buque. Doña Trinidad, que comprendió lo inútil de todo esfuerzo para salvar sus hijas, se abrazó a ellas, y encomendando su alma a Dios, se dejó arrastrar por el remolino que el casco destrozado producía al hundirse en el abismo. La violencia de las aguas la aturdió unos instantes, y empujada por un banco de abordo, que se había enredado en sus vestidos, apareció en la superficie; pero en el momento de su desmayo, el torbellino le había arrancado sus hijas de los brazos, y aquella impresión de dolor la hizo entregarse desmayada y sin sentido al mar, que no la quiso para sí, y la sostuvo milagrosamente y sin hacer ella nada para salvarse; y como muerta, la recogieron en un bote, donde se habían amparado algunos pocos náufragos. Al recobrar el sentido en la orilla, que no estaba lejana, y recordar que el mar le había arrancado de sus brazos sus hijas, y las había sepultado allí mismo, dejándole cruelmente la vida, para que aquella impresión horrible de dolor se mantuviera, y pudiera llorarla por años perdurables.

Su vida se transformó desde aquella espantosa catástrofe; pero siguiendo los caminos que Dios le había trazado con tan tremendas pruebas, en ellos brillaron más vigorosos y puros, los sentimientos elevados de su espíritu, y las dotes privilegiadas de su inteligencia y su voluntad. El vestido con el que le sorprendió el naufragio del Miño, y en cuya falda se enganchó el banco que la sacó a la superficie de las aguas, lo conservaba cual reliquia, destinándolo a vestir su cadáver, como si quisiera significar, que aquel día, había sido el de su desprendimiento de las alegrías y placeres del mundo. Su traje fue ya, hasta su muerte, el manto y el vestido negro. Sus abundantes cabellos castaños y de apiñada raíz, blanquearon pronto.

Doña Trinidad dedicó su fortuna, su voluntad y su inteligencia durante largos años al servicio de la caridad, bajo todas sus formas. Su principal fundación para socorrer a los enfermos, para dar limosna a los pobres y como asistencia a los impedidos fue el Asilo de San Manuel. Murió enferma de cáncer de matriz, el lunes 31 de agosto de 1896 a los 75 años, pero con la satisfacción de haber realizado una gran labor social y humana.

El palacio de Trinidad Grund, en la calle del mismo nombre, se ha rehabilitado recientemente. La tradición oral relata que en el edificio llegó a estar alojado brevemente José Bonaparte, hermano de Napoleón, en su etapa como rey de España (1808-1813). El también conocido como ‘Pepe Botella’ emprendió en los primeros meses de 1810 una expedición a Andalucía que constituyó la etapa más feliz de su breve reinado. La cueva de Ardales o de Doña Trinidad Grund la adquirió en 1860 y condicionó para su visita a mediados del siglo XIX, como complemento de su negocio termal instalado en la vecina Carratraca.  Doña Trinidad se adelantó a su tiempo, porque la cueva fue la primera cueva turística de España.

Tomado de la web Málaga en el corazón

Eloísa Navas

Eloísa Navas es una malagueña licenciada en Ciencias Económicas, cuya auténtica pasión es todo lo relacionado con el arte. Practica la pintura y la fotografía, facetas en las que ha conseguido varios premios y menciones. Otra de sus grandes aficiones es la música, que le llevó a estudiar en el Conservatorio Superior de Música solfeo, composición y cuatro años de piano, aunque su verdadera vocación es escribir. Tanto es así, que ya con ocho años, comenzó creando cuentos infantiles. Su género preferido es la novela, pero también ha participado en numerosas antologías de relatos y ha colaborado en varias revistas literarias, entre las que destaca la mítica Litoral, en su edición especial Torremolinos, de pueblo a mito (2017).

Autora de las novelas cortas, El tiempo elegido (2018) y La Costurera del Mar (2021).

Coautora de las novelas El Hotel del Inglés (2014) y Miramar (2016), así como de los trabajos históricos: George Langworthy y Santa Clara, pioneros de la Costa del Sol (2015) y Miramar: un hotel con historia (2016).

Ha participado en las siguientes antologías de relatos: Lo que nunca me atreví a contarte (2008), Cinco mujeres y un intruso (2009), Encrucijadas (2010), Viajes alternativos (2011), Vuelta y vuelta (2016), Rando, una mirada literaria (2017), Siete Salas (2018), Pasaje Begoña, contaré lo que fui (2019), Mundo de mujeres (2019), 50 años de Proteo (2019), PandEmociones (2020) y TodosConProteo (2022).

Ana Pérez-Bryan (Málaga, 1976) es licenciada en Periodismo por la Universidad de Málaga y trabaja como periodista en SUR desde julio de 1997. Su labor ha estado vinculada, como editora y redactora, a las áreas de Cultura y Local, a la que se incorporó en 2012 para hacerse cargo de las secciones de Política Municipal y Asuntos Sociales. En el año 2016 comenzó a publicar una serie de artículos sobre la Historia de Málaga que han tenido continuidad, en la web del periódico y en papel, hasta la fecha. También dirige, desde junio de 2020 y en colaboración con Curro Fernández Sibaja, el podcast semanal ‘Memoria SUR’, dedicado a la historia local y a sus protagonistas. -Colaboraciones habituales en radio y televisión: ‘Málaga en la Onda’ (Onda Cero, años 2011 a 2014); ‘Tertulia de Mujeres’ (Cope, 2018); ‘Málaga a Examen’ (Canal Málaga, 2018 hasta la actualidad); ‘La Alameda’ (101 TV y SUR, 2019 hasta la actualidad) y ‘Hoy en Día’ (Canal Sur, desde 2019 hasta la actualidad). Dirige y presenta el ciclo ‘Historias de Málaga’, en el Centro Cultural La Malagueta, desde 2021. Ha obtenido premios y menciones especiales por su trabajo periodístico en certámenes como el Premio Periodismo Ciudad de Málaga (año 2013) , el Premio Andaluz de la Difusión de la Mediación (2016), el Premio de Periodismo de Consumo de Andalucía (2017), el I Premio Nacional de Periodismo de la Fundación Cultural Herrera Oria (2017), el X Premio Periodismo Ciudad de Málaga (2019), el Premio Humanidades Dr. Pedro Aparicio, impulsado por el Colegio de Médicos de Málaga (2020), el Premio Periodismo Ateneo-UMA (Universidad de Málaga) (2020) por el reportaje ‘La vida después’, o el Premio ‘La Buena Prensa’ a la periodista más completa del año 2021 (Premio José Antonio Vidal-Quadras).

Leonor Regife (Málaga, 1956) es licenciada en Arte Dramático, especialidad interpretación, por la ESAD de Málaga (1984), master de interpretación con Jorge Eines y diplomada universitaria en Enfermería por la Facultad de Medicina de Sevilla. Ha compatibilizado su carrera profesional como enfermera en Málaga y Sevilla -ya jubilada- con su carrera como actriz desde los años 80. Colabora habitualmente en el proyecto El Tercer Piso Proteo con la lectura dramatizada de fragmentos de libros durante sus presentaciones. Como actriz ha participado en obras teatrales o cinematográficas en Málaga, Sevilla y Madrid interpretenado a autores como Dürrenmatt, Priestley, Albee, Miguel Gallego, Pedro Casablanc, José Luis Miranda, Omero Cruz o Gerald Brenan: Rómulo el Grande (dirección Óscar Romero) Festival Internacional Grecolatino de Málaga; ¿Quién teme a Virginia Wolf? (dirección Óscar Romero, Málaga); La herida del tiempo (dir. Tina Sainz; Teatro Estable de Málaga); Celos (dir. Miguel Gallego; Teatro Estable de Málaga); Ramírez (dir. Jaime de Armiñan. Prod. Manuel Collado Madrid); Hambre (dir. Manuel Olmedo; Compañía Teatro Sintético de Sevilla); Karmen (dir. Manuel Olmedo; Compañía Teatro Sintético de Sevilla); protagonista del corto cinematográfico Vanalidad (dir. Regina Álvarez, Madrid); La fuente de la edad (dir. Julio Sánchez Valdés); Sevilla de noche (dir. Javier Adelguer. Compañía Astracán, Sevilla); La feria de Analía (dir. Javier Adelguer. Compañía Astracán, Sevilla); lectura dramatizada de Gerald Brenan y Gamel Woolsey junto a Juanma Lara (Casa Gerald Brenan. Málaga. 2019); protagonista del corto cinematográfico Clarisse (dir. Fernando Patiño).

Los cinco de Eloísa Navas:

  • Comedia Sentimental, de Ricardo León.
  • Una habitación propia, de Virginia Woolf.
  • El último encuentro, de Sándor Márai.
  • Monte de Sancha, de Mercedes Formica.
  • Ensayo sobre la ceguera, José Saramago.