Presentación de Entre los hunos… y los hotros (Eds. del Genal. Colección Tanagra de textos teatrales) de Enrique Girón. El autor y Juan de la Coba interpretarán fragmentos. En conversación con Héctor Márquez y Miguel Moreta-Lara.
01/06/2023 - 19:00 - Librería Proteo -
Entrada libre hasta completar el aforo.
Los espíritus de Manuel Azaña y Miguel de Unamuno se reencuentran en un viejo teatro donde recuerdan hechos históricos que protagonizaron. Testigos de excepción de una Historia de España confrontada que se parece demasiado a la de hoy. Esta es la sinopsis de Entre los hunos… y los hotros, obra teatral escrita por el profesor de inglés, traductor, actor y autor amateur de teatro Enrique Girón. Con ella logró el IX Premio Juan Mayorga en el Festival de Almagro 2022, interpretando además el papel de Unamuno, mientras que su viejo amigo Juan García de la Coba interpretaba a Azaña. Esa es la razón por la que hemos decidido publicar este texto en la colección Tanagra de Ediciones del Genal y presentarla en El Tercer Piso de Librería Proteo el próximo jueves 1 de junio a las 19:00. Será en una charla con Héctor Márquez, Miguel Moreta-Lara, prologuista del libro, Enrique Girón, y Juan de la Coba, quienes además interpretarán fragmentos de la misma.
ENTRE LOS HUNOS… Y LOS HOTROS
Manuel Azaña y Miguel de Unamuno, o, mejor dicho, sus espíritus, protagonizan esta ficción. Ambos personajes se reencuentran en un viejo teatro. Es un encuentro frío; el recuerdo de la guerra los separa ideológicamente. Tras el lógico desencuentro inicial, en los que no faltan momentos de gran tensión, se produce paulatinamente un acercamiento. En cierto modo, representan a esas dos Españas históricamente irreconciliables. Este es un enfrentamiento que desgraciadamente parece seguir presente en nuestros días.
Azaña y Unamuno, a través de sus propias confesiones, nos muestran también su lado más personal, más humano. Tratan, a su manera, de justificar su actuación en aquella España que les tocó vivir, quejándose -sobre todo Azaña- del trato, a su juicio injusto, que la historia le ha dado. Por otra parte, la idea de la reconciliación planea continuamente por el escenario… En definitiva, en Entre los hunos y los hotros se pretende resaltar la dimensión humana de sus protagonistas, por encima de cualquier otra consideración ideológica o política. Nos queda la duda de si la guerra no los hubiera enfrentado, hubieran llegado a ser grandes amigos.
Una propuesta ejemplar
Enrique Girón culminó en Los hunos y los Hotros la tarea de reunir en una velada dialogal al rector de la universidad de Salamanca, el filósofo Miguel de Unamuno (1864-1936) con el presidente de la II República, el político Manuel Azaña (1880-1940), empleando enormes dosis de inteligencia, sensibilidad y respeto.
Estas dos figuras, aún hoy, se nos siguen apareciendo como dos grandes fantasmas intelectuales capaces, con su palabra, de explicarnos el horror, la pesadilla, la ventolera de unos años aciagos en los que se trató -tarea tan inútil como imposible, diría Azaña- de aniquilar al adversario.
Tanto la escritura de la obra como la labor actoral consiguen acercarnos a estos dos gigantes (ambos, prestigiosos autores en varios géneros) con las mismas armas de que se valieron en sus vidas y quehaceres Unamuno y Azaña: el humor, la ironía, la polémica, la poesía, la contradicción, la oratoria.
Aunque se trata de una obra muy corta, es muy perceptible el acercamiento de los dos personajes que evolucionan sutilmente desde el drama y el enfrentamiento hacia una entente cordial, ya que -como afirma uno de ellos en el transcurso de ese creciente arrimo- comparten incluso “un amor enfermizo por el arte”. En ese progresivo ayuntamiento se mencionan los importantes hechos históricos, culturales y vitales que mediatizaron la relación entre los dos intelectuales, a tal punto que se puede hablar -con permiso de Plutarco- de vidas paralelas: los dos fueron huérfanos de padre, estudiantes en colegios religiosos, monógamos, ateneístas. Azaña deploraba al egotista, al discordante Unamuno, pero admiraba al poeta, en tanto que Unamuno deploraba al político Azaña, pero admiraba al orador, al traductor, al escritor. Además de sus vidas íntimas (frustraciones infantiles y amorosas), también se mencionan hechos políticos en los que se enfrentaron o coincidieron: la cuestión catalana, la separación Iglesia-Estado, la disolución de los jesuitas, la reforma militar, el inicio de la guerra, el salvamento de los fondos del Museo del Prado, el fusilamiento de dos queridos amigos de Unamuno (el pastor protestante Atilano Coco y el arabista Salvador Vila, rector de la universidad de Granada).
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Las relaciones entre Unamuno y Azaña fueron bastante tormentosas, como es sabido y conocemos -entre otras fuentes- por el diario de sesiones de las Cortes del período en que el viejo rector intervenía como diputado independiente en la conjunción republicano-socialista (1931-1933). Cuando Unamuno se ponía estupendo y metafísico debía de resultar insoportable. De hecho, en sus Memorias políticas y de guerra (México, 1968), Azaña hace varias anotaciones referidas tanto a la persona (“Unamuno está muy aviejado; tiene una delgadez senil, que contrasta con la robustez sanguínea de hasta hace poco”[1]), como al contenido de sus discursos (“Unamuno ha hecho un discurso tonto”, “sin eficacia política”, “un discurso antirregionalista”) y a sus opiniones, que a veces le parecen triviales y tópicas. También se queja Azaña del carácter contradictorio de Unamuno, quien votó contra la disolución de la Compañía de Jesús y después le indica a Azaña que había que expulsarla, ya que conspira contra la República. El Presidente no se ahorra una amarga puya: “En el fondo, Unamuno opina que la República la ha traído él”.
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Finalmente, habría que destacar otra de las importantes bondades de Entre los hunos y los hotros: la de su potencialidad y aprovechamiento didácticos, no solo para jóvenes estudiantes, sino para un público más amplio. Esta obra, por su respetuosa historicidad y por su finura literaria, constituye una propuesta ejemplar de ética y patriotismo auténtico, tan necesarios hoy. Pasen, miren y escuchen a Azaña en el espejo de Unamuno, a Unamuno en el espejo de Azaña.
Miguel A. Moreta-Lara
Enrique Girón
Enrique Girón (Madrid, 1954) ha sido profesor de inglés en el IES ‘Vicente Espinel’ (Gaona) de Málaga durante más de treinta años. Ha venido compaginando su labor docente con la traducción literaria del inglés y del francés desde el año 2000. Varias de sus traducciones han sido junto a Andrés Arenas (Alejandría, de Jane Lagoudis; Venecia en el siglo XIX, de John Julius Norwich, Danbé, de Marie Desplechin; Hambre de libertad de Isabel Oyarzabal o Mi casa de Málaga de Sir Peter Chalmers-Mitchell (Renacimiento). Para Ediciones del Genal ya ha traducido varias obras como Un cortijo en Málaga, de Marjorie Grice-Hutchinson, Hambre de libertad, Rescoldos de libertad. La biografía de Alejandra Kollontai o Juan, el hijo del pescador, todas ellas de Isabel Oyarzábal; Agua de Vichy, vino de Málaga de Simón Arbellot y la biografía-antología Sir Peter Chalmers-Mitchell- El dandi rojo, junto a Andrés Arenas. Ha traducido para otras editoriales a autores de la talla de William Morris, Herman Melville, John Ruskin y Virginia Woolf.
Su relación con el teatro comienza, como actor, en Granada en 1980 con la obra Leoncio y Lena de Georg Büchner. Desde entonces ha participado en numerosos montajes teatrales, entre los que podemos destacar: Calígula de A. Camus, El rey se muere de Ionesco, Luces de bohemia de Valle-Inclán o ¡Ay Carmela! de Sanchis Sinisterra. Funda en Córdoba (Pozoblanco) junto a Juan García de la Coba el grupo «Callejón del Gato» poniendo en escena la obra de Valle Inclán que inspira el nombre del grupo. Desde entonces ha producido, dirigido, escrito, adaptado o protagonizado numerosos montajes teatrales obteniendo varios premios de interpretación por el camino. En 2013 refunda en Málaga junto a su viejo colega la compañía El Callejón del Gato, con la que producen varios espectáculos con textos de Oscar Wilde, Chéjov, Martín Giner o él mismo. Durante la pandemia escribe Entre los hunos y los hotros recibiendo diversos premios por su interpretación y por la autoría de la obra.
Juan García de la Coba (Montoro, 1955) ha sido Profesor de Lengua y Literatura en el IES ‘Emilio Prados’ durante los últimos treinta años. Inicia su labor teatral como director de grupos juveniles en los centros docentes donde desarrolla su actividad. En 1985, en Pozoblanco, funda con Enrique Girón el grupo Callejón del Gato, poniendo en escena la obra Luces de bohemia, de don Ramón del Valle-Inclán. En 1986, dirige y representa el papel de Orgón en Tartufo, de Molière. En los siguientes años, y todavía en Pozoblanco, vuelve a su función de director de escena y dirige obras como Divinas palabras, de Valle-Inclán, Las criadas, de Jean Genet o La señorita de Trevélez de Carlos Arniches. En 1994 se traslada a Málaga y continúa con su labor de formador y de director teatral de grupos juveniles en el centro docente en el que trabaja, el IES «Emilio Prados». Crea el grupo «Anfitrión» -del que forma parte el tercer miembro hoy de Callejón del Gato, Raúl Guerrero Gálvez- y dirige obras como Anfitrión, de Plauto, La venganza de la Petra, de Carlos Arniches e Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo. Desde 2013, y tras la refundación de la Compañía Callejón del Gato, su actividad teatral corre paralela a la de Enrique Girón, siendo coprotagonista con él, en obras como Entregados, Desde el abismo, Desemparejados, las tres del mismo Enrique Girón, o Terapia, comedia en tres sesiones y un diagnóstico, del argentino Martín Giner. En la actualidad coprotagoniza junto con Enrique Girón ‘Entre los hunos y los hotros’.
El grupo «Callejón del Gato» nace en el IB «Los Pedroches» de Pozoblanco (Córdoba), en 1985, como resultado de la pasión por el teatro que siente un grupo de profesores del centro, entre los que se encuentran Enrique Girón Irueste y Juan García de la Coba. Ambos, que ya habían participado en la representación de algunas otras obras teatrales importantes como La zapatera prodigiosa de Lorca o Tres sombreros de copa de Mihura, alcanzan su primer gran éxito en ocasión del montaje y representación de la obra de Ramón María del Valle-Inclán titulada Luces de bohemia, con Girón, haciendo de Max Estrella, y Juan García de la Coba, de don Latino de Hispalis y al ministro de Gobernación. Lograron el primer premio del I Certamen de Teatro Juvenil de Fuente Obejuna. A partir de 1994 el grupo inicia una nueva etapa, en la que, sin desvincularse del medio docente, adquiere un carácter de grupo independiente
En la actualidad, «Callejón del Gato» se caracteriza por la exclusiva, al menos por ahora, participación de Enrique Girón y Juan García como actores de las obras montadas, siendo el primero el autor o adaptador de la práctica totalidad de los textos. Las actuaciones del grupo tienen hoy, fundamentalmente, un fin social, solidario y benéfico. El éxito alcanzado con la obra Entre los Hunos y los Hotros les ha llevado a conseguir numerosos galardones en certámenes de teatro aficionado como el Premio Nacional de teatro amateur ‘Juan Mayorga’ (2022) en el Festivakl de Almagro, los primeros premios en certámenes de Manzanares El Real, Haro, el Herrero de Oro en Herrera o el de Valores Históricos en Dos Hermanas, así como cinco premios de interpretación en estos u otros certámenes.
Los cinco de Enrique Girón:
- Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand
- Luces de Bohemia, de Valle-Inclán
- Divinas palabras, de Valle-Inclán
- Calígula, de Albert Camus
- Las Criadas, de Jean Genet