15/11/2024 - 19:00 - Librería Proteo

Presentación de Yo no soy esa que tú te imaginas (Plaza & Janés) de Miguel Fernández, biografía de la cantante Mari Trini. Charla entre el autor y Héctor Márquez.

15/11/2024 - 19:00 - Librería Proteo - Pta. de Buenaventura - Málaga
Entrada libre hasta completar el aforo.

Hacía falta la sensibilidad, calidad literaria y rigor periodístico de alguien como Miguel Fernández para acometer la biografía definitiva de una mujer, cantante y compositora como Mari Trini. Yo no soy esa que tú te imaginas (Plaza & Janés) visualiza la voz, los silencios, secretos y motivaciones de una cantautora cuya calidad nunca fue discutida, pero a la que se le debía una retribución por su carácter pionero en la España tardofranquista, poco preparada para su empoderamiento feminista y su libertad sexual. Presentaremos el libro en Málaga, en El Tercer Piso de Librería Proteo el viernes 15 de noviembre, a las 19 horas, en una conversación entre el autor y su colega de profesión Héctor Márquez. Buscaremos desvelar la profundidad e influencia de la obra y la personalidad de Mari Trini, un icono feminista y LGTBI+ cuando aún ni existían esas siglas. Dentro del ciclo Volver a las librerías patrocinado por Fundación Unicaja. Entrada libre.

Yo no soy esa que tú te imaginas, biografía de Mari Trini escrita por el periodista y novelista Miguel Fernández, nos acerca a una de las artistas más populares y quizá más enigmáticas de la música española; una cantautora inigualable que abrió caminos, en todos los sentidos, a las generaciones que la siguieron.

Tras un largo proceso de investigación, esta biografía indaga en las facetas que, durante medio siglo, han alimentado la leyenda en torno a su figura: la singularidad de su aspecto, la enfermedad que marcó su infancia, la relación con Nicholas Ray -menos idílica y desinteresada de lo que aparentaba-, el pulso constante con una industria discográfica manejada por hombres o las razones del injusto ostracismo al que se vio sometida en sus últimos años de vida.

Liberada de la falsa imagen que siempre la presentó como solitaria, arisca y triste, Mari Trini se nos muestra ahora como una mujer luchadora y valiente; empoderada y solidaria; capaz de vivir su sexualidad sin ocultarse, de plantar cara a la censura y al machismo; y de mantenerse siempre fiel a sus ideas.

A medio camino entre la nostalgia y la reivindicación, este libro recupera la voz de una estrella, icono de los movimientos feministas y LGTBIQ+, que se apagó demasiado pronto en el olvido después de haber brillado con intensidad suficiente para iluminar nuestros días.

FRAGMENTOS DE YO NO SOY ESA…

Un carácter

«¡Fea!, escuchó que le gritaba una voz masculina en una de sus primeras actuaciones, convertida ya en una estrella. Hizo un gesto a los músicos para que dejaran de tocar. Como improvisando una visera, se llevó la mano a la frente. Recorrió con la mirada todo el patio de butacas, buscando al autor del improperio. El silencio se apoderó de la sala. Tú, valiente, dijo al fin, estás aquí para escucharme, no para verme. Y siguió cantando.

Responder airada a la mala educación, a la grosería mientras se exponía al público le ha costado más de un disgusto. En plena dictadura, una noche que actuaba en un pueblo le costaba concentrarse. Con la espalda apoyada en la tarima sobre la que habían montado el escenario, la pareja de guardias civiles no dejaba de hablar. A mitad de una canción no pudo más y, ni corta ni perezosa, los llamó al orden: A ver si estos dos señores pudieran callarse.

La reacción de los agentes no se hizo esperar. Mari Trini, Claudette e incluso el padre de esta, que había viajado desde Francia para acompañarlas, acabaron en el cuartelillo. En otra ocasión, tras una actuación en Bilbao, se presentó en el camerino un paisano de Murcia visiblemente emocionado. Echaba mucho de menos la tierra. ¿Qué haces aquí si sientes tanta nostalgia?, le preguntó ella. La respuesta está en la letra de una de tus canciones, en Un hombre marchó, confesó el admirador sin poder contener las lágrimas.

Otra vez, un cura que daba clases en una escuela rural le escribió para contarle que cada mañana, antes de salir de casa, ponía a todo volumen Mañana y la escuchaba sin dejar de mirar la torre de la iglesia. En Lérida, unos abuelos estuvieron esperando en la puerta del local dos horas. Su nieta había sufrido una parálisis facial y querían que les diera el nombre del médico que la había tratado para que a la niña tampoco le quedaran secuelas. Le enseñamos las portadas de sus discos para que se anime, insistía el abuelo, quizá ese médico pueda hacer algo por nuestra nieta. Armándose de valor, les juró que todo era un invento de los periodistas, que ella jamás había tenido la boca torcida. ¿Qué querías que les dijera?, le comentó a Claudette cuando se marcharon, si no les llego a contar la verdad, se hunden».

Yo no soy esa que tú te imaginas…

«En una entrevista para el programa Aplauso de 1978, en la que muestra, casi habitación por habitación, su casa de El Plantío, incluido su dormitorio, que tiene una gran cama de matrimonio, la cantante declara:

—Yo no tengo casi intimidad. Vivo en una profesión en la que mi vida es pública y casi siempre estoy en contacto con gente, gente. No, no tengo intimidad. Es algo que me entristece bastante. Me gustaría tener una vida íntima mucho más intensa, menos dilatada o apretada de la que tengo ahora. No llega a ser una frustración, porque soy consciente de las exigencias de mi trabajo.

—¿Qué experiencias has tenido con los hombres?

—¿Qué tipo de experiencias? ¿A qué hombres te refieres? No he entendido la pregunta. Explícate.

(El periodista balbucea)

—Quiero decir… físicamente, psíquicamente.

—El hombre es un ser adorable, que yo quiero mucho. He tenido muchas experiencias con todo tipo de hombres porque yo vivo rodeada de hombres, pero si a lo que vamos es esa cosa que se lleva tanto hoy de te has acostado o no, creo que es algo que solo me pertenece a mí y a los televidentes no les interesa nada.

—Pues te voy a hacer otra pregunta impertinente: ¿por qué no te has casado?

—Y yo te voy a contestar de la misma manera: por la misma razón que no me he muerto todavía».

El declive

“Yo soy la misma”, repite a los periodistas. Muchos de ellos, tan jóvenes, nunca la han escuchado. “Sigo teniendo las mismas inquietudes que a los diecisiete años. Entonces escuchaba a Brel, había leído dos o tres veces el Quijote, me interesaban los trabajos de Nuria Espert, Marsillach y los conciertos de rock”. No tienen paciencia para seguir escuchándola, enseguida saltan a otra cosa: ¿Cómo será su concierto? “Afortunadamente, ya no se trata de una promoción del último disco, sino de un repaso a todo lo que he hecho en mi carrera. Durará hora y media, aunque es el público el que lo decide con la expresión de sus caras. Me gusta estar sobre el escenario, notar el cariño de la gente. Me entrego y quiero que me correspondan de igual manera. A veces creo que no me demuestran el cariño que desearía… Será porque yo he dado mucho”.

En julio cumplirá cincuenta años. Más de la mitad de ese tiempo lo ha pasado sobre los escenarios, sintiendo un miedo que la paraliza y a la vez la empuja a cantar desde dentro con todas sus fuerzas. ¿Sigue teniendo pánico antes de actuar?, insiste el periodista. Lo mira a los ojos antes de responder categórica:

-Sí, el mismo y con la intensidad de siempre. Eso nunca se te quita si te consideras un artista. Es maravilloso. Te desdoblas en el escenario.

“Soy una cantante, ha dicho en algún momento esta noche. Deseo seguir cantando los años que me queden. Me quiero morir cantando”.

Han dicho de Mari Trini:

«Cuando Mari Trini canta, ¡hasta Dios se levanta!»

Gloria Fuertes

«Me parece que, sin figuras como la de Mari Trini, sería difícil que yo, por ejemplo, existiera».

Rozalén

«Mari Trini pisó fuerte en la escena musical española, poseyendo voz propia, tono propio y un hacer compositivo absolutamente suyo, por lo que siempre resultó más raro y enigmático su eclipse, aparentemente por razones personales nunca aclaradas.»

Luis Antonio de Villena

«Sin duda, es la autora más importante que hemos tenido en este país, pero, lamentablemente, y también lo digo así, es posible que la estemos olvidando. Parece raro, ¿no?»

Sole Giménez

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