Presentación en charla de la novela Me llamaré Silver Stardust entre su autora Nuria M. Deaño y Héctor Márquez. Lectura: Leonor Regife
Leyendo a la carrera
26/04/2023 - 19:00 - Librería Proteo -
Entrada libre hasta completar el aforo.
UNA NOVELA SOBRE FÚTBOL, MÚSICA Y YONQUIS
En el invierno de 1999 un yonqui cualquiera entra en una kunda que le lleva a un poblado chabolista en las afueras de Madrid para pillar droga. Desde ese momento su vida empieza a mirar hacia atrás, un viaje redentor de su memoria hacia su infancia, la de un niño, con doce años con un padre que era su héroe y que soñó con ser jugador del Real Madrid y tocar el bajo en un grupo de rock y llamarse Silver Stardust… Es el argumento de Me llamaré Silver Stardust, la primera novela –“tensa y afilada, atrapante y estremecedora”, como la ha definido Rosa Montero– de la periodista, traductora y editora madrileña Nuria M. Deaño. Publicada por Alrevés, vamos a conocerla en una presentación-charla entre la autora y Héctor Márquez el próximo miércoles 26 de abril (19:00) en El Tercer Piso de Librería Proteo. Leerá fragmentos la actriz Leonor Regife. Entrada libre hasta completar aforo.
El making of de una novela singular sobre fútbol, música y adicciones narrado por su autora
Empezaré por el principio, es decir por el título, que en realidad es el final. Cuando acabé de escribir la novela no sabía cómo titularla. Y opté por Silver, a secas, que es el nombre del protagonista. Después de que varias editoriales la rechazaran, mis agentes me pidieron que lo cambiara por otro más atractivo. Me mandaron varias propuestas, pero ninguna me convencía y esa noche, antes de dormirme, apareció Me llamaré Silver Stardust. Aunque la historia está escrita en tercera persona, ese futuro en primera contenía una expectativa cargada de deseo, en este caso, el de convertirse en una estrella del rock —el Stardust hace alusión al personaje Ziggy Stardust de David Bowie—. Sin embargo, ya en las primeras líneas de la novela, el lector puede ver que esa voluntad de llegar a ser alguien no se ha cumplido, o no ha prosperado, porque se va a encontrar con que Silver es un adicto a la heroína, una adicción que aniquila toda ambición, toda voluntad de ser. ¿Qué le ocurrió a para acabar así? Es la pregunta que trata de responder la trama que sigue a esas primeras páginas en las que ese antihéroe, llamado Silver, va a comprar su dosis. Para ello, la historia da un salto atrás en el tiempo de más de veinte años, a 1975, con un Silver a las puertas de la adolescencia, que es el menor de una familia numerosa, la cual, con sus singularidades, es un espejo de los afectos en la España de la época.
Esta es mi primera novela y sabía qué quería contar, pero no cómo. Decidí escribir ese primer largo flashback con escenas cortas, un lenguaje asequible y sin despegarme del personaje. Todo lo que ocurre se ve —y digo se ve, porque es una novela muy visual— a través de sus ojos y de su alma. Con esos dos tiempos alternos —los noventa y los setenta— fui construyendo una estructura y un personaje, que es a la vez un antihéroe (el Silver adulto) y un héroe (el Silver adolescente). Porque ese chaval que sueña con llamarse Silver Stardust es un héroe para sus amigos (no quiero hacer spoiler de por qué lo es) y sobre todo para su padre, que es el otro gran personaje de la historia. Porque eso que quería contar es, básicamente, la relación entre un padre y un hijo.
Y ya llegamos al final: tras el segundo y último flashback a los años setenta, donde ya se intuye la deriva que va a tomar Silver, tiene lugar el último encuentro entre padre e hijo, y lo que yo había imaginado que sucedería no sucedió, porque los dos personajes tomaron sus propias decisiones y cerraron la historia como ellos consideraron. Quienes escriben seguramente saben de lo que hablo. Es algo difícil de explicar, pero alucinante. De las mejores cosas que me han pasado. Como novelista, la mejor, sin duda.
Nuria M. Deaño
Me llamaré Silver Stardust
La periodista, traductora y editora Nuria M. Deaño debuta en la novela con esta historia de sueños rotos en el Madrid de finales de los noventa. Un yonqui llega a una zona de barracas de las afueras de la capital en busca de “caballo”, pero tiene que salir corriendo cuando su colega sufre una sobredosis y las cosas se desmadran. Ese yonqui es Silver, el mismo chaval que con 12 años quería jugar en el equipo de fútbol del Real Madrid y estuvo a punto de lograrlo. Tras esas primeras páginas, Deaño da un salto al pasado y nos traslada al Madrid de los setenta, a los años de Pirri y Cruyff, cuando Silver acompañaba a su padre al estadio Bernabéu y se sentía orgulloso y feliz de la complicidad que tenían entre ambos. Ninguno de sus hermanos poseía ese vínculo, pero él sí; con él, su padre era distinto.
La temporada 75-76 es crucial para Silver. Y vemos cómo ese adolescente inocente pasa a mirar con otros ojos lo que le rodea, incluida su familia. Conoce el primer amor y la amistad, pero también el desencanto y la decepción. Busca experimentar y, de manera inconsciente al principio, se va metiendo en un hoyo del cual será enormemente difícil salir.
Desde el inicio de la novela, sabemos que Silver no alcanzará su sueño de ser futbolista porque Deaño nos lo muestra en la cola de los drogadictos, pero ¿cómo ha llegado hasta ahí? La autora madrileña nos lleva a su adolescencia, adonde empezó todo, al Silver de los 12 años, y lo alterna con el Silver treintañero, desdentado y colocado, que decide volver a ver a su padre moribundo. Con los hechos del pasado y el presente obtendremos el retrato completo del recorrido vital del protagonista.
Pero, si hay un elemento fundamental en la novela, ese es el fútbol. Es curioso que se publiquen tan pocas novelas ambientadas en el universo futbolero, cuando hay millones de personas que vibran en todo el mundo con este deporte. Pero, si, además, quien la escribe es una mujer, todavía es más infrecuente. Silver y su padre son forofos del Real Madrid y sufren y se entusiasman con las derrotas y las victorias de su equipo. Deaño nos transmite el hermanamiento de las gradas, en el que personas que no se conocen están sentadas unas al lado de las otras y se convierten en una única voz. Ese compañerismo fugaz, pero intenso, que desaparece cuando sales del estadio pero que te hace tan feliz dentro, está patente en toda la novela. El acercamiento y el distanciamiento con el padre, Deaño lo refleja en la relación de Silver con el fútbol.
El vínculo entre el padre y el hijo es el ADN de la historia, una relación que nos recuerda a la complicidad de otras parejas filiopaternas de la literatura, como la de Cormac McCarty en La carretera o la de Ignacio Martínez de Pisón en Carreteras secundarias. Una historia en la que el retrato de la España de los setenta resulta evocador y muchos lectores de esa época se sentirán reconocidos en los grupos musicales que escuchan los protagonistas, en los largos veranos al sol, en la televisión en blanco y negro, en fin, en un mundo donde la tecnología no había entrado todavía como un ciclón. Me llamo Silver Stardust es una novela que te deja con ganas de más, y para un debutante no hay nada mejor que dejar a los lectores con la miel en la boca.
Por SUSANA PICOS para MOMENTO CRÍTICO
Nuria M. Deaño
Nuria M. Deaño (Madrid, 1971) es editora, traductora y periodista. Actualmente trabaja como editora en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Ha traducido películas, ensayo, novela y libros infantiles. Como periodista ha colaborado con distintos medios, entre otros, Radio RAI, Radio Svizzera Italiana, el suplemento El Viajero, del diario El País, o Caballo Verde, el desa
Leonor Regife (Málaga, 1956) es licenciada en Arte Dramático, especialidad interpretación, por la ESAD de Málaga (1984), master de interpretación con Jorge Eines y diplomada universitaria en Enfermería por la Facultad de Medicina de Sevilla. Ha compatibilizado su carrera profesional como enfermera en Málaga y Sevilla -ya jubilada- con su carrera como actriz desde los años 80. Colabora habitualmente en el proyecto El Tercer Piso Proteo con la lectura dramatizada de fragmentos de libros durante sus presentaciones. Como actriz ha participado en obras teatrales o cinematográficas en Málaga, Sevilla y Madrid interpretenado a autores como Dürrenmatt, Priestley, Albee, Miguel Gallego, Pedro Casablanc, José Luis Miranda, Omero Cruz o Gerald Brenan: Rómulo el Grande (dirección Óscar Romero) Festival Internacional Grecolatino de Málaga; ¿Quién teme a Virginia Wolf? (dirección Óscar Romero, Málaga); La herida del tiempo (dir. Tina Sainz; Teatro Estable de Málaga); Celos (dir. Miguel Gallego; Teatro Estable de Málaga); Ramírez (dir. Jaime de Armiñan. Prod. Manuel Collado Madrid); Hambre (dir. Manuel Olmedo; Compañía Teatro Sintético de Sevilla); Karmen (dir. Manuel Olmedo; Compañía Teatro Sintético de Sevilla); protagonista del corto cinematográfico Vanalidad (dir. Regina Álvarez, Madrid); La fuente de la edad (dir. Julio Sánchez Valdés); Sevilla de noche (dir. Javier Adelguer. Compañía Astracán, Sevilla); La feria de Analía (dir. Javier Adelguer. Compañía Astracán, Sevilla); lectura dramatizada de Gerald Brenan y Gamel Woolsey junto a Juanma Lara (Casa Gerald Brenan. Málaga. 2019); protagonista del corto cinematográfico Clarisse (dir. Fernando Patiño).
Los cinco de Nuria M. Deaño:
- El extranjero, Albert Camus
- El guardián entre el centeno, J. D. Salinger
- Las correcciones, Jonathan Franzen
- La carretera, Cormac McCarthy
- Tan poca vida, Hanya Yanagihara