31/05/2025 - 11:30 - Librería Proteo

Piruletas de poesía, Taller de poesía lúdica para niñ@s y familias con María José Coronado Luque, poeta, música y educadora. 10€. Plazas limitadas. Inscripciones previas en [email protected] y 607458943 (wassap).

31/05/2025 - 11:30 - Librería Proteo - Pta. de Buenaventura, 3 - Málaga
Precio: 10€ - Plazas limitadas. Inscripciones previas en [email protected] y 607458943 (wassap).

No hay mejor manera de entender la poesía que tomarla como un juego. Por eso hemos organizado un taller muy especial donde viviremos la poesía jugando con ella, pintándola, cantándola, bailándola… “Piruletas de poesía. Taller lúdico de poesía para niñ@s y familias” es la actividad que propone El Tercer Piso de Librería Proteo de Málaga el sábado 31 de mayo, de 11:30 h. a 13:00 h. Coordina la poeta, educadora y música malagueña María José Coronado, quien presentó en nuestro espacio su poemario sobre la maternidad e infancia, Diente de Leche (Ed. Pie de Página) en una de las sesiones más divertidas y multitudinarias que se recuerdan. ¿Qué es Piruletas de Poesía? Un tiempo de calidad y de belleza compartido en familia. Plazas limitadas por orden de inscripción en [email protected] y 607458943 (wassap). 10 €. Los niñ@s deben estar acompañados por un adulto. Edad recomendada: desde los 4 -99 años. Con el patrocinio de Fundación Unicaja.

Piruletas de Poesía, Taller de Poesía Lúdica para niñ@s y familias es un proyecto de María José Coronado Luque. Conocida también por su nombre artístico como música, cantante y compositora, María Rayo, ella es malagueña, de Mijas. Es madre. Es artista. Es poeta, autora del poemario Diente de leche, una belleza que reunió a 80 personas, madres, padres y niños, en nuestro Tercer Piso de Proteo el pasado 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía en una jornada inolvidable. Es Educadora con especialidad en Ciencias Humanas (UMA), titulada por la Asociación Nacional de Filosofía para Niños y representante en España del proyecto internacional Philosophy for Children, creadora del proyecto Huertos Filosóficos y de la Asociación BePop. María ya había dirigido un taller en la primera temporada del Tercer Piso, Leo, luego existo, para niñas y niños de entre 8 y 11 años partiendo de dinámicas de lectura compartida.

En este taller de Piruletas de Poesía se vivirá la poesía. Se leerá poesía. Se jugará con la poesía, se pintará la poesía, se bailará, se cantará… y hasta se hablará de poesía.

  1. Es una actividad en familia. ¿Por qué? Para estar juntos, para tener tiempo de calidad en familia. En una época en la que la velocidad y las redes nos separan debemos buscar espacios y momentos para realzar nuestros vínculos.
  2. Se va a realizar con poemas de Diente de leche, como, por ejemplo: Qué es una mamá, Un lugar en el mundo… Hablamos de un poemario que aborda la maternidad, el tema de los cuidados y la infancia a partir de la experiencia personal de la autora. El libro está teniendo muchísimo éxito y está abriendo.
  3. Se vivirá una mañana poética porque se jugará, se cantará, se dialogará sobre los poemas y se crearán poemas.
  4. Será un taller donde se vivirá la “razón poética” de la filósofa veleña María Zambrano. ¿Cómo? Porque vamos a jugar a pensar (razonar) con el corazón y la intuición. Esto lo realizaremos con una comunidad de diálogo que investigará el sentido de los poemas.
  5. El aforo es limitado y todos los menores estarán acompañados.
  6. No hay límites de edad. Desde 5 a 99 años, cualquiera puede sacar a su niñ@ interior y jugar a ser el poeta que tod@s llevamos dentro.

Diente de leche (Ed. Pie de Página. Col. Maresía) despliega la cartografía de un territorio extraordinario y poco explorado, hasta la fecha, pues se adentra en el sentido del nacimiento, la maternidad, la infancia y el vínculo espiritual de las madres (y padres) con sus hijos e hijas. Por sus páginas corre un sol habitando, con sus variaciones musicales y geometrías luminosas, la cotidianidad familiar. Como si bebiera refugio, brinda lugares pequeños, pero de sublime belleza: los cuentos de hadas para ir a dormir, las tardes en el parque, el verano de la alberca, las preguntas trascendentes, en la voz de la inocencia o el cosmos lúdico, de unos atrevidos policías celestiales, que llenan cubos de arena con estrellas, en el país de la imaginación. Adquiere forma de recuerdo, pero también de reconocimiento por las personas que aman la vida en familia (de tantos tipos y especies), porque, quizás, no sepan que, gracias a ellas, la historia de los buenos momentos es salvada cada día.

Este canto conjunto y biográfico se encarama a las palabras para agradecer, muy especialmente, y rendir homenaje a la vida naciente, a los comienzos, a los primeros pasos, a las primeras veces por las maravillas que esta etapa iniciática de verdad pura desvela con la ayuda de la mirada asombrada durante la infancia (y a cualquier edad).

María José Coronado Luque

Zumo con botas

Llegaban
nuevos nacidos
cada mes

y ellas
los acercaban
alegres
al charco
para mojar
sus pies
en lecturas
nocturnas

y en los primerizos
rayos
del sol
ilustraban
sus pieles
con profundas
marca
maternales

y se hacía
elevar
la hierba
para los cuerpos
de los recién
creados

y los versos
dragones
custodiaban
con tibieza
a los adormilados

y por ellos
se abolían
las leyes
del orden
para ir
al parque
bajo una fuerte
lluvia

y en un charco
de limonada
se paraban a saltar
con los nacimientos

y las madres
acabaron
montando
un puesto
de zumos
con botas
en el parque

(María José Coronado Luque. De Diente de leche)

María José Coronado Luque: “Todas las personas necesitamos atención, y durante toda la vida. No sólo l@s niñ@s”

Pregunta: La relación madre-hijo es una de las más profundas y transformadoras, llena de aprendizajes mutuos y momentos de asombro, experiencias. Tu poemario parece capturar estas vivencias cotidianas con una mirada poética y universal. ¿Cómo encontraste el equilibrio entre la intimidad de tu experiencia personal como madre y la universalidad que permite que cualquier lector se sienta identificado con los poemas?     

Respuesta: Me preguntas por el arco que conecta lo íntimo con lo universal y de cómo se equilibra. Personalmente, creo que lo universal habita la vida íntima de las personas. Por lo tanto, no hay búsqueda. Lo universal nos rodea. Si en ese estado de conciencia extendida o universal, como diría el filósofo Juan Arnau, buscamos las palabras adecuadas para explicarnos qué estamos viviendo, aparecerá un recurso, también universal, para comprender y asir lo extraordinario. Me refiero a la metáfora.

El lenguaje metafórico no es propiedad de los poetas, es de todos porque el pensamiento vivo crea metáforas para comprender el tiempo, la inocencia o la maternidad, es decir, todo lo invisible y que forma parte de nuestra vida íntima. Por esto el lector se puede llegar a identificar con los poemas en Diente de leche.

P: El título Diente de leche es evocador y simbólico, aludiendo a esa transición de lo temporal hacia lo duradero, de lo frágil hacia lo sólido. ¿Qué significado tiene para ti este título, y cómo dialoga con el crecimiento, no solo del hijo, sino también de la madre en esta relación? 

R: La caída de los dientes de leche evoca la ilusión de una transición hacia la madurez. Aunque, en realidad, el camino para llegar a esa solidez es el contrario, es decir, el resultado del regreso a la inocencia, al paraíso de la niñez. Habitando la vida adulta como niños, desafiamos nuestra fragilidad o vulnerabilidad con ligereza, aceptación y sabiduría. La gran noticia es que, nuestra estructura fisiológica determina que nuestras crías necesiten atención para sobrevivir durante muchos años.  Por lo tanto, yo diría que la necesitamos todos y para siempre. Por eso, creo que, en realidad, nunca terminamos de perder los dientes de leche, afortunadamente. Y, paradójicamente, ese vivir entrelazados gracias a nuestra imperfección biológica, es lo que nos ha hecho seguir aquí, en este planeta, después de miles de años, a pesar de nuestras equivocaciones.

P: A lo largo del poemario mencionas elementos que dibujan la infancia en su estado más puro. ¿Cómo decidiste qué momentos o imágenes incluir en los poemas, y cómo trabajaste para mantener esa delicada mezcla entre lo mágico y lo cotidiano? 

R: Es que en lo cotidiano vive la magia agazapada en una guarida a la espera  de que paremos, de que cese nuestro movimiento. En la vida diaria y en los momentos más sencillos habita el misterio. Estás esperando el bus a las ocho de la mañana y una brisa fresca te renueva, tu gata se tumba a dormir a tu lado colmándote de paz interior. Estos instantes no los decidimos, más bien se filtran desde un lugar donde habita la verdad.  Por lo tanto, no hay ningún voluntarismo. Sólo apertura, espera y silencio. Son momentos en los que piensa el cerebro del corazón y del cuerpo. El velo de la mente es rasgado, la piel del pensamiento se vuelve porosa y la luz penetra.

P: El fragmento incluido en la contraportada refleja la enseñanza mutua entre madre e hijo, sugiriendo que en esta relación ambos encuentran su lugar en el mundo. ¿Sientes que este aprendizaje compartido fue un tema central mientras escribías, y qué papel crees que juega la poesía como forma de registrar estas enseñanzas? 

R: Efectivamente, en el poemario queda recogido el tema del aprendizaje mutuo entre madre e hijo.  Pero además, entre sus versos, se puede encontrar un canto de celebración por los nacientes, se entroniza a la infancia, se aborda la soledad de las madres durante la crianza de los hijos e hijas, el amor incondicional, la escuela, la dimensión lúdica de la vida, los rituales, la imaginación, las familias desplazadas… Hay más de un tema.

En relación a tu segunda pregunta, creo que la poesía nos permite dar voz a la intimidad, es decir, a nuestra verdadera historia, la que Unamuno llamaba “intrahistoria”, es decir, la vida cotidiana de las personas, o el pan de cada día de la poesía. Las vidas invisibles que nutren, educan, alientan, atienden, aman, curan, acompañan a otras vidas es el gran legado de la maternidad a la humanidad.

P: La maternidad ha sido explorada en la literatura desde muchas perspectivas, pero tu obra parece buscar un enfoque fresco y cercano, algo que el título y el tono del poemario reflejan. ¿Qué fue lo más desafiante al escribir sobre un tema tan personal y a la vez tan universal? ¿Cómo lograste darle una voz única a Diente de leche dentro de este amplio espectro literario? 

R: En realidad ha sido un disfrute escribir Diente de leche, porque el proceso creativo me ha regalado un tiempo para la serenidad, para el autoconocimiento personal y para el agradecimiento a la vida. Ahora bien, una vez terminado el poemario, surge el deseo de compartirlo con más personas. Aquí es cuando encontré el auténtico desafío.  Mi fortuna, mi gran suerte fue que llegara a manos de la editorial Pie de Página, que cayera en las manos de Juan Romeu, director de la colección de poesía comentada, llamada Maresía dentro de la mencionada editorial.

Sobre la voz única, te diría que no es esta mi sensación, que sólo he sido un transistor de radio, una cueva de resonancia, un cable que transmite. Incluso ahora, cuando respondo a tus preguntas, escribo lo que escucho. 

(Carlos Valdivia Biedma, comunicación en Pie de Página)

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