Presentación Agua. Historia de un secuestro (Itineraria), ensayo/crónica del periodista polaco Szymon Opryszek, Premio Pen of Hope de Amnistía Internacional, que aborda la crisis del agua y su privatización global. Charla entre el autor, la editora Alba Cantón y Héctor Márquez.
14/11/2025 - 19:00 - librería Proteo - Pta. de Buenaventura, 3 - Málaga
Entrada libre hasta completar el aforo.
Uno de los mayores desafíos del siglo XXI es el control y acceso al agua, tanto por su escasez como por la creciente privatización de los recursos naturales. Este año, el joven periodista polaco Szymon Opryszek, Premio Pluma de la Esperanza de Amnistía Internacional en 2021, y especialista en derechos humanos, crisis climática, América Latina y migración, acaba de publicar en castellano con la editorial Itineraria un libro capital para entender este fenómeno: “Agua. Historia de un secuestro”. Este ensayo, digno heredero del maestro Ryszard Kapuściński, arranca de la investigación de la desaparición del activista mexicano Homero Gómez en 2020 para acabar encontrando una trama oscurísima sobre la privatización del mayor recurso natural. Presentamos el libro con su autor el viernes 14 de noviembre en una charla entre Opryszek, su editora Alba Cantón y el director de El Tercer Piso de Proteo Héctor Márquez. Imperdible. Con el patrocinio de Fundación Unicaja. Entrada libre.

AGUA. HISTORIA DE UN SECUESTRO
«Agua. Historia de un secuestro» (Editorial Itneraria) es un libro del periodista polaco Szymon Opryszek que aborda la crisis global del agua a través de la investigación de la desaparición del activista Homero Gómez y su conexión con este problema fundamental del siglo XXI. El libro, traducido al castellano por Katarzyna Górska del original polaco de 2023, analiza las dimensiones de esta crisis, incluyendo la creciente privatización de la gestión del agua y cómo esto afecta el acceso a este recurso vital.
En enero de 2020 tuvo lugar un secuestro: Homero González, guardián de mariposas en un santuario natural, desapareció sin dejar rastro en el estado mexicano de Michoacán. Szymon Opryszek sigue el rastro de las últimas huellas que dejó la víctima. En su investigación, el autor descubre una telaraña de relaciones locales y globales: cárteles de la droga, políticos corruptos, corporaciones multinacionales y… nosotros, consumidores satisfechos de aguacates. En su búsqueda del activista desaparecido, cada vez que afina el oído, lo único que escucha es el sonido del agua. ¿Qué tienen en común las mariposas monarca y las plantaciones de aguacates? ¿Qué relación existe entre los abetos y los gigantes tecnológicos como Google o Meta? ¿Y por qué los acontecimientos actuales en Irak afectan a la situación en la frontera polaco-bielorrusa? El ganador del concurso del premio Pen of Hope de Amnistía Internacional en 2021 por su serie «Mi crimen es mi pasaporte”, investiga uno de los problemas más urgentes del mundo actual: la crisis global del agua. Un libro esencial para todos nosotros. Como el agua.

Un activista mexicano inspira el libro de un periodista polaco
En Agua. Historia de un secuestro, el periodista polaco Szymon Opryszek entrega una obra que trasciende la crónica policial para convertirse en una radiografía del mundo contemporáneo. Lo que comienza como la investigación sobre la desaparición de un activista mexicano en Michoacán, termina revelando un complejo entramado de intereses donde confluyen el crimen organizado, la corrupción política, las corporaciones transnacionales y el consumo cotidiano de millones de personas en todo el planeta. El agua, elemento omnipresente y vital, se convierte en el hilo conductor de un relato que desnuda la crisis ecológica y moral de nuestro tiempo.
El libro, que en septiembre pasado publicó en español la editorial Itineraria, parte de un hecho real: el secuestro de Homero Gómez González, guardián del santuario natural de la Sierra Chincua, en el corazón del territorio de las mariposas monarca. Opryszek reconstruye sus últimos días, los silencios de las autoridades, la angustia de las comunidades y la indiferencia del resto del país. Pero su relato no se detiene ahí. Cada pista, cada testimonio, lo conduce hacia una red más amplia que vincula la deforestación, el cultivo intensivo del aguacate y el control del agua con los intereses de los cárteles y las grandes empresas exportadoras. El secuestro, entonces, deja de ser un caso aislado: se convierte en una metáfora de cómo la naturaleza -y quienes la defienden- están siendo literalmente secuestrados por un sistema económico voraz.
Opryszek escribe con la precisión de un reportero y la sensibilidad de un narrador. Su investigación combina el rigor documental con una prosa contenida, a veces poética, que sabe detenerse en los detalles: el sonido del agua, el vuelo de una mariposa entre los abetos, el silencio de una comunidad que teme hablar.
El autor no se limita a denunciar; busca comprender. A través de entrevistas, documentos y observación directa, traza un mapa global de la crisis del agua que conecta los bosques mexicanos con los servidores informáticos de Silicon Valley, las plantaciones de aguacate con las aplicaciones digitales que demandan energía y, por tanto, agua. Su mirada no señala culpables individuales, sino un sistema de consumo que todos alimentamos.
La fuerza del libro reside en esa capacidad de conectar lo íntimo con lo estructural. La desaparición de un hombre se convierte en espejo de una tragedia planetaria. Opryszek recuerda que detrás de cada producto que llega a nuestra mesa hay una historia de extracción, violencia y desigualdad. Su texto invita a repensar la relación entre naturaleza y economía, entre los derechos humanos y los recursos naturales. Como buen periodismo narrativo, Agua. Historia de un secuestro informa, emociona y, sobre todo, incomoda.
La obra también destaca por su carácter transnacional. Escrita desde la mirada de un periodista europeo en América Latina, aporta una perspectiva que combina distancia crítica y empatía. Opryszek no cae en el exotismo ni en la mirada salvadora; se deja interpelar por los testimonios, por la fuerza de las comunidades que resisten, por la memoria de un activista que encarnó la defensa del territorio. En ese equilibrio entre investigación y compromiso radica gran parte de su mérito.
En un contexto global donde el agua comienza a escasear, el libro funciona como advertencia y llamado urgente a la acción. Opryszek no ofrece soluciones fáciles ni discursos apocalípticos; simplemente muestra las consecuencias de nuestras decisiones colectivas. Leerlo es comprender que cada gota cuenta, y que el secuestro de un hombre en Michoacán es, en última instancia, el secuestro de nuestra propia conciencia ecológica.
¿Quién fue Homero Gomez González?
Homero Gómez González fue un activista ambiental y excomisario ejidal de El Rosario, en Michoacán, México. Dedicó su vida a proteger el santuario de las mariposas monarca, una de las reservas ecológicas más emblemáticas del país. Su labor consistía en preservar los bosques de oyamel y abeto, esenciales para el ciclo migratorio de las mariposas, y en promover el turismo ecológico como alternativa a la tala ilegal. Denunció públicamente la expansión de los cultivos de aguacate y la deforestación que éstos provocaban, así como la connivencia entre autoridades y grupos criminales que controlan la región.
El 13 de enero de 2020 fue reportado como desaparecido y, dos semanas después, su cuerpo fue hallado en un pozo de uso agrícola. Su muerte generó indignación internacional y simbolizó la vulnerabilidad de los defensores ambientales en México, uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer esa labor.
(Fuente: undergroundperiodismo.com. Octubre 2025)
Szymon Opryszek gana el Premio Pluma de la Esperanza por una serie de reportajes sobre el camino hacia la frontera polaco-bielorrusa
«¿Cómo transmitir experiencias extremas? ¿Experiencias humanas que nunca serán las experiencias de aquellos para quienes se describen? ¿Cómo describir lo que vive toda Polonia? ¿Sin distorsiones, simplificaciones, didactismo, para que llegue a los corazones y las mentes? El periodismo de Szymon Opryszek es una lucha contra los mitos, mostrando un camino que es una lucha por la vida. Fue un gran valor emprender el camino que miles de personas habían emprendido antes en busca de una vida mejor», ha manifestado Anna Błaszczak Banasiak, directora de Amnistía Internacional Polonia, al entregar el Premio Pluma de la Esperanza a Szymon Opryszek. También destacó la fiabilidad y habilidad del reportero, así como la enorme responsabilidad que asumió al realizar la serie «Mi crimen es mi pasaporte», que fue publicada en OKO.press.
«Opryszek no escribe para una tesis, no evita mostrar una variedad de historias. Decidió compartir el mismo camino con miles de personas, experimentar las mismas dificultades y emociones», dijo Błaszczak-Banasiak. «Es imposible ignorar lo importantes que eran estos informes incluso antes de que estallara la agitación de la guerra», agregó. Opryszka calificó la serie de reportajes como «el evento periodístico del año».
En una serie de reportajes, Szymon Opryszek describió su viaje desde Oriente Medio, a través de Minsk hasta la frontera polaco-bielorrusa, donde, a diferencia de sus protagonistas, no corría peligro de morir de frío, ahogarse en pantanos o ser encerrado en un centro de refugiados. Sin embargo, Opryszek mostró a qué se enfrentan los refugiados cuando intentan llegar a Polonia a través de la frontera con Bielorrusia, sobre la que se está construyendo un enorme muro en la actualidad.
«No sé si sigo siendo humano. Me convertí en la presa que los regímenes habían dispuesto cazar. Me quitaron mi humanidad. Mi delito es que tengo el peor pasaporte del mundo», dijo Ramiar B, un kurdo de Irak que regresó a Minsk después de dos intentos de cruzar la frontera con Polonia. «La zona de la muerte, el segundo Irak, esto es lo que llamamos esta estrecha franja entre Polonia y Bielorrusia», dijo Ramiar.
La Pluma de la Esperanza de Amnistía Internacional es un premio que se otorga cada año a las actividades de los medios de comunicación que han contribuido a un cambio positivo para los derechos humanos. Es una distinción para quienes, a través de su trabajo en los medios, hacen resonar los derechos humanos en el espacio público. Su esfuerzo, fiabilidad y diligencia, así como su enfoque innovador para presentar temas e historias, se traducen en resonancia mediática y social.
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“¿Está Europa amenazada por una crisis de fentanilo?” (Fragmento)
Fui a México en busca de unas pastillas falsificadas y mezcladas con fentanilo. Se suponía que la mafia balcánica las introducía en Europa del Este. Conocí a un cocinero de fentanilo en el estado mexicano de Sinaloa. Me puse en contacto con vendedores de los precursores de esta droga en China. Hablé con algunos cultivadores de opio afganos y con muchos expertos en el mercado de los estupefacientes y la seguridad pública. En esta investigación en cuatro partes, busco respuestas a la pregunta: ¿Está Europa amenazada por una crisis de fentanilo?
“¿Sabes hacer caldo?”. Chucho me sorprendió.
Me esperaba en la verdulería y se rascaba la barriga. La verdulería estaba en las afueras de Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa, donde la sopa más popular es el caldo de res. Es algo así como un caldo cocido con huesos de res al que se añaden papas, chayotes, calabaza y maíz. El cilantro fresco y el jugo de limón agrio le añaden aroma.
Apenas había conseguido decirle que sí a Chucho, y ya estábamos sentados en unas cajas de madera al fondo de la verdulería. Se limpió las manos en su sucio overol azul marino, sacó un cigarrillo del bolsillo del pecho y lo encendió.
“¿Por qué es tan aromático el caldo?”, preguntó.
“¿Es por el tiempo que tarda en cocinarse?”. Dudé.
“Son las especias. Las proporciones son la clave. Lo creas o no, hacer fentanilo es más fácil que cocinar caldo”.
¿Cómo encuentras al cocinero?
La verdulería olía a sandía cortada. Algún cliente examinaba detenidamente cada cuarto, igual que Chucho examinó mi pasaporte. No sé por qué aceptó ser entrevistado. ¿Por orgullo, por curiosidad o quizá por impunidad?
Quería conocer a un cocinero, que es como se llama en México a los cocineros de fentanilo. Me preguntaba si Europa también estaba amenazada por una crisis de fentanilo. Me pasé meses hablando con expertos, leyendo informes, pero quería conocer la perspectiva de alguien del otro lado. ¿Quizá ver los laboratorios y presenciar cómo se cocinaba el fentanilo? Ya había trabajado antes con miembros de cárteles mexicanos. Por ejemplo, en Tijuana, en la frontera con Estados Unidos, escribiendo sobre el tráfico de inmigrantes procedentes de Asia y África. Pero también sobre las plantaciones de aguacate en el estado de Michoacán. Se trata de uno de los negocios “legales” más rentables de los cárteles.
Pero nunca me había topado con un muro tan duro como ahora con el fentanilo.
Cuando todos los métodos probados habían fracasado, pedí ayuda a Miguel Ángel Vega, un reconocido fixer en México especializado en crimen organizado. Me dijo que hiciera un viaje a Culiacán, bastión del cártel de Sinaloa. No supe dónde me reuniría con el cocinero hasta el último momento.
Cuando me llamaron, tenía quince minutos para llegar al lugar designado. Sin embargo, me perdí entre los almacenes vacíos, los desguaces y las casas que llevaban años sin terminar; la batería de mi teléfono se había agotado a causa del calor. El navegador por satélite había dejado de funcionar. Apenas había enfriado el teléfono cuando me llamaron para decirme que diera la vuelta y girara a la izquierda. Debían de estar vigilando mi coche gris.
Cuando me paré delante de una verdulería de ladrillo rodeada de cajas de madera, me dijeron que pusiera el teléfono sobre el mostrador y hablara. Les expliqué que había estado trabajando en México unos meses antes en un reportaje sobre los llamados migrantes VIP del Cáucaso y Asia Central, que estaban siendo introducidos en Estados Unidos por contrabandistas asociados con el cártel de Sinaloa. Algún informante mencionó allí que los mexicanos habían llegado a un acuerdo con la mafia balcánica y estaban introduciendo en Europa del Este pastillas de opiáceos falsificadas con fentanilo, que es 50 veces más fuerte que la heroína, incluida la oxicodona.
“M30”, me interrumpe Chucho.
“¿Qué?”
“Así es como llamamos a estas pastillas”.
Amarillo, rosa, azul, todo la misma mierda.
Chucho tiene 31 años. Dejó los estudios cuando era adolescente y empezó a trabajar como “ojos y oídos” del cártel.
Hace dos años, compró una prensa de pastillas china por mil dólares y ahora produce no sólo fentanilo en polvo, sino también pastillas, que son populares en las calles de las ciudades estadounidenses, denominadas “China Blanca”, “Apache”, “Dance Fever”, “He-Man” e “Ivory King”.
Al menos una docena de cárteles producen fentanilo en México, siendo los más activos el de Sinaloa y el de Jalisco. El sitio web especializado InSight Crime calcula que los productores de drogas sintéticas de México producen hasta 4,5 toneladas de fentanilo puro al año sólo para el mercado estadounidense. Algunos, que buscan nuevos mercados, intentan reproducir medicamentos de venta con receta que se venden en países occidentales. Se conocen como M30 por su peso. Así llegan a las personas que buscan sustitutos más baratos de los medicamentos. Muchos de ellos no tienen ni idea de que las pastillas contienen fentanilo.
“Las teñimos de amarillo, rosa o azul, pero todo es la misma mierda”.
“¿Por qué las tiñen?”
“Por marketing. Las mujeres las prefieren amarillas. Los homosexuales las quieren rosas…”
“¿También los envían a Europa?”
“Las cocinamos, las vendemos y las enviamos. ¿Pero a dónde? No te lo diré”.
“¿Por qué?”
“¿Sabes lo que pasa en la ciudad?”
(…)
(Szymon Opryszek. “You can cook fentanyl as easily as broth. Are we facing an epidemic?” OK Press. 2025)

Szymon Opryszek
Szymon Opryszek (Cracovia, 1987)es un reportero independiente polaco, graduado en la Escuela Polaca de Reportaje y en la Escuela de Ecopoética. Escribe sobre derechos humanos, la crisis climática y la migración. Coopera, entre otros, con medios como «Pism», «Oko Press», «Duży Format», «Tygodnik Powszechny» o «Podróży». Ha trabajado en África, el Cáucaso y desde 2014 se ha centrado en América Latina. Finalista del Concurso de Becas Ryszard Kapuściński de la Fundación «Heródoto» (2017). Autor del libro de reportajes «Agua. Historia de un secuestro», (Editorial Poznań, 2023). Junto con Maria Hawranek, publicó los libros sobre América latina, “Tańczymy już tylko w Zaduszk” (Bailamos solo el Día de los Difuntos), una serie de reportajes que muestra el continente más allá de los tópicos, y “Wyhoduj sobie wolność” (Cultiva tu libertad), un libro de no ficción sobre Uruguay. Juntos, también fueron nominados para una beca periodística otorgada por el jurado del Premio Teresa Torańska Newsweek (2015) y ganaron una distinción en la categoría de «libro de reportaje» en el concurso a las mejores publicaciones turísticas de 2019. Por la serie de reportajes «Mi crimen es mi pasaporte», Szymon Opryszek recibió el Pen of Hope de Amnistía Internacional en 2021 y estuvo nominado al premio Grand Press. Especialista en países de América Latina. En Soul Travel, lidera una expedición a Colombia. Szymon Opryszek realizó un gran reportaje sobre el mercado del fentanilo que publicó en cuatro partes el portal polaco de investigaciones OKO Press. Opryszek también ha publicado varios reportajes de gran impacto sobre cómo funciona la cadena global que alimenta la crisis del fentanilo. En ellos muestra cómo un mercado digital opaco, brokers intermediarios y vacíos legales permiten que las sustancias fluyan con facilidad pese a los controles internacionales.
@szymonopryszek

Alba Cantón es periodista y editora, con más de 15 años de experiencia en comunicación y gestión cultural. A lo largo de su trayectoria ha trabajado en medios de comunicación, en España y Ecuador, instituciones culturales como la Casa Museo José Saramago e impulsando proyectos de impacto social y cultural. Cofundadora de la editorial Itineraria, editorial independiente dedicada a la literatura de viajes y a la literatura de ficción y no ficción que apuesta por nuevas voces para contar el mundo y tender puentes entre literatura, territorio y sociedad.
@albacantonlopez

Itineraria es una editorial independiente dedicada a la literatura de viajes, comprometida con la diversidad cultural y la excelencia en cada uno de nuestros títulos. Una invitación a prolongar el viaje desde la lectura. Ofrecen a los lectores y lectoras un catálogo cuidadosamente seleccionado, que combine el rescate de aventuras olvidadas con nuevas rutas literarias, siempre con un enfoque que permita experimentar el mundo a través de las páginas. Itineraria es el plural de itinerario en latín.
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